La profesora Pompei de San Egidio diserta sobre migraciones en el CEMO

La profesora Pompei de San Egidio diserta sobre migraciones en el CEMO (Foto ZENIT cc)

'Los corredores humanitarios se han convertido en un mensaje de esperanza'

Entrevista a la profesora Daniela Pompei de San Egidio: ‘Son un modelo que funciona y que involucra a la sociedad civil en la integración de quienes llegan’

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(ZENIT – Roma).- Los corredores humanitarios iniciados por la Comunidad de San Egidio se han convertido en un mensaje de esperanza, han sido el primer proyecto europeo de este tipo, las personas que llegaron no causaron ningún tipo de problema, pidieron asilo y se están insertando en Italia. Y sobre todo esta iniciativa ha mostrado un camino que cada país de la Unión Europea podría adoptar.
Lo indicó la profesora Daniela Pompei, docente universitaria y responsable de la Comunidad de San Egidio en los programas de ‘Corredores humanitarios’, durante un desayuno de trabajo realizado el lunes en Roma por el Centro de Estudios sobre Medio Oriente, de la Fundación española Promoción Social de la Cultura (FPSC).
La profesora Pompei señaló que ellos profundizaron los mecanismos jurídicos para dar una respuesta ante el drama de los clandestinos que en su deseo de llegar a Europa caen en manos de traficantes de personas.
Porque la legislación de la Unión Europea (UE) no prevé solicitud de petición de asilo fuera de sus fronteras, por ejemplo no puede pedirse en la embajada italiana, o francesa, fuera del territorio europeo.
“Y la solución fue encontrada en el artículo 25 del Reglamento europeo de las visas, o sea, sin tocar la legislación del asilo político y usando lo existente”. De esta manera “los países pueden expedir visas de desplazamiento limitado en su territorio, también por motivos humanitarios o de interés nacional”, precisó.
La activista de la Comunidad de San Egidio, señaló que después de muchas vueltas y una negociación de casi un año, porque siempre decían ‘no es posible’ se logró. A la iniciativa se sumaron personas del credo Valdense que ayudaron con la financiación, y se pidió al gobierno italiano algo que ya existía en la ley llamada ‘Turco-Napolitano’: patrocinar como asociación a las personas que llegaban.
Así, en diciembre del 2015 se firmó un protocolo que permitirá  la entrada de mil personas hasta mediados de 2017. “Para ello individuamos a tres países. Marruecos, Líbano, Etiopía (Eritrea, Sudán y Somalia), y en estos países a personas vulnerables”. Si bien el número es pequeño, lo más importante es que indica un camino que podrá ser seguido.
“Este es el método que garantiza seguridad y todos los que entran son controlados en cuatro instancias diversas, la primera en el consulado italiano en el país en donde se embarcan y así una vez que llegan a Italia, pueden depositar la solicitud de asilo político”.
Recordó también que “el 16 de abril el Papa nos pidió que hagamos venir desde Lesbos a refugiados, y esto favoreció que un mini corredor humanitario ya se haya abierto con Grecia”.
Al concluir su disertación, interrogada por ZENIT, la profesora Pompei señaló que “en tema de inmigración el punto principal es enfrentar el problema, la respuesta no puede ser solamente de contención de los migrantes” si bien reconoció que “las respuestas son complejas”.
Se empieza a enfrentar el tema, observó, de “las relaciones diplomáticas con los países desde donde parten los migrantes”, con “intervención de cooperación al desarrollo” y con “una política seria de ingresos legales en Europa”.
En este sentido precisó que “los corredores humanitarios son un ejemplo, pero se podría también enfrentar el tema de quienes quieren entrar por motivos económicos, sin olvidar que Europa está en una disminución demográfica muy fuerte, y lo que disminuye son los trabajadores, la fuerza trabajo”. O sea, en perspectiva futura “todos los países de la Unión Europea, incluida Italia, tendrán necesidad de trabajadores. Entonces es correcto enfrentar el problema, hacer políticas, probar sistemas y entender qué se puede modificar”.
Señaló además que “los corredores humanitarios son un modo de involucrar a la sociedad civil y con su colaboración recibirlos. O sea canalizando todas esas fuerzas que quieren apoyar y no ver a más niños y personas morir en el Mediterráneo”.
La responsable de San Egidio en tema de corredores humanitarios, indicó también que se trata de “globalizar la solidaridad”, y que esto trae muchos frutos positivos. “Lo estamos viendo: este grupito de unas 300 personas, ubicadas en muchas diócesis y asociaciones están vitalizando y dando motivos a las familias, a los cristianos que viven allí, de acompañarlos, de enseñarles el italiano, o sea en torno a una familia se inicia a constituir un tejido humano de toda una comunidad italiana», explicó.
Esperan además, que otros países de la UE logren experimentar esta modalidad, que ve involucrada a la sociedad civil. “En España por ejemplo muchas personas son favorables, o en Polonia vemos que la Conferencia Episcopal Polaca ha deliberado proponer al gobierno esta modalidad de ingreso. Es posible iniciar con números pequeños que después cambian la realidad”.
Además de los corredores humanitarios –señaló la docente en la Universidad Roma Tre— los países de la Unión Europea deberían hacer una política migratoria seria, favoreciendo repatriar, dando otras posibilidades de desarrollo o encontrar un sistema de ingreso regular por motivos económicos, también a través de cuotas de ingreso. No es escandaloso pensar en cuotas de ingreso anuales y así iniciar enfrentando el problema.
Afirmó que es fundamental “superar el miedo, en todos los niveles, sea de los ciudadanos que de los gobiernos, porque recibir nunca hizo mal”.
Concluyó recordando que en 1991 llegaron a Italia ciudadanos albaneses de manera masiva. Hasta hace diez años no estaban bien considerados, en cambio hoy hay unos 500 mil que están bien insertados en la sociedad, muchos de ellos se volvieron ciudadanos italianos y otros regresaron a su país para volverse empresarios, y esto es muy importante.

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Sergio Mora

Buenos Aires, Argentina Estudios de periodismo en el Istituto Superiore di Comunicazione de Roma y examen superior de italiano para extranjeros en el Instituto Dante Alighieri de Roma. Periodista profesional de la Associazione Stampa Estera en Italia, y publicista de la Orden de periodistas de Italia. Fue corresponsal adjunto del diario español El País de 2000 a 2004, colaborador de los programas en español de la BBC y de Radio Vaticano. Fue director del mensual Expreso Latino, realizó 41 programas en Sky con Babel TV. Actualmente además de ser redactor de ZENIT colabora con diversos medios latinoamericanos.

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