Las reliquias de san Pío de Pietrelcina y san Leopoldo Mandić, santos de la misericordia, ya están siendo veneradas por miles personas en Roma.
Esta tarde se ha realizado una procesión desde la parroquia de San Salvador en Lauro, situada a poco más de un kilómetro del Vaticano, hasta la basílica de San Pedro. Allí, el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la basílica papal, recibió las reliquias y después de un momento de oración, las hizo entrar en la Basílica.
En sus palabras recordó la vida de los santos, padre Pío y padre Leopoldo, así como una serie de santos que fueron sus contemporáneos. También dijo que ambos «se quedaban hasta 16 horas al día en el confesionario» y de cuántas personas han convertido dando el sacramento de la reconciliación, «un don precioso que cura las heridas», subrayó. El cardenal Comastri concluyó su intervención invitando en este Jubileo de la Misericordia a la conversión, sin olvidar al prójimo que nos rodea.
Este sábado, el papa Francisco recibe por la mañana a los seguidores de los grupos de oración de Padre Pío, al personal de la Casa Alivio del Sufrimiento y a los fieles de la Archidiócesis de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo.
Durante los días siguientes, las reliquias permanecerá siempre en la basílica de San Pedro. El martes 9 de febrero por la mañana, el Santo Padre preside una misa para los Hermanos Menores Capuchinos de todo el mundo.
El 10 de febrero, en Roma, tendrá lugar la solemne celebración eucarística del Miércoles de Ceniza presidida por el Pontífice y la ceremonia del envío de los Misioneros de la Misericordia, unos 700 sacerdotes y religiosos enviados por el Papa a predicar y confesar, con la potestad de absolver también los pecados reservados a la Sede apostólica.
Sobre el perdón del pecado de aborto con motivo del Jubileo de la Misericordia, monseñor Fisichella recordó, respondiendo a ZENIT, que dicho pecado lo pueden perdonar en cualquier tiempo los obispos, y según su discrecionalidad pueden habilitar a algunos sacerdotes para que lo perdonen en sus diócesis. En cambio, “durante este Año de la Misericordia, el papa Francisco dio la facultad a todos los sacerdotes del mundo de absolver del pecado de aborto”. Los Misioneros de la Misericordia además podrán perdonar los cinco pecados reservados a la Santa Sede, entre los cuales la profanación eucarística.
El 11 de febrero, después de la santa misa presidida por Mons. Rino Fisichella, parten las reliquias de san Pío hacia la ciudad de Pietrelcina. Y a las 15 horas llegará a Piana Romana (fracción rural del pueblo donde el Capuchino recibió por primera vez los estigmas). Después de una liturgia de acogida, la urna del padre Pío llegará a la iglesia conventual de la Sagrada Familia, donde permanecerá durante los días 12 y 13. Hasta el 16 estará en otros lugares, como en el hospital Casa Alivio del Sufrimiento, fundada por el padre Pío, cuando su cuerpo incorrupto llegará al santuario de San Giovanni Rotondo.