Los obispos bolivianos denuncian el distanciamiento entre regiones, clases y etnias

Mensaje al final de la Asamblea Plenaria

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LA PAZ, miércoles, 9 abril 2008 (ZENIT.org).- Al concluir su LXXXVI Asamblea Plenaria, los obispos bolivianos han difundido un mensaje en el que se muestran preocupados por el distanciamiento entre regiones, clases sociales y etnias, así como la polarización ideológica, y animan a iniciar un proceso de diálogo.

En un mensaje fechado ayer 8 de abril, los obispos destacan que a partir de las líneas brindadas en Aparecida y una evangelización renovada, que requiere ser auténticos discípulos misioneros, se ha llegado a la elaboración del nuevo documento «Enfoque y Directrices Pastorales» que animará la marcha de la Iglesia en Bolivia durante los próximos cinco años.

Así mismo el mensaje hace referencia a la celebración de los cincuenta años de vida y trabajo de Pastoral Social Caritas Boliviana y da gracias a Dios por el servicio de caridad que ha realizado en la promoción humana y asistencia a los más pobres en todo el territorio nacional.

Los obispos subrayan que están preparando la visita «ad limina apostolorum» fijada para el mes de noviembre «para expresar nuestra comunión plena con el Papa Benedicto XVI, sucesor de Pedro, y la Iglesia universal, además de visitar las tumbas de los Apóstoles San Pedro y San Pablo».

Los prelados bolivianos expresan su preocupación «por el distanciamiento entre regiones, clases sociales y etnias, la polarización ideológica, la excesiva primacía del discurso político y la influencia de sectores radicales que obstaculizan el proceso de diálogo y consenso y que pueden desembocar en confrontaciones con consecuencias imprevisibles de dolor y muerte».

Por eso, añaden, «como pastores, fieles a nuestra vocación de servicio al encuentro, a la reconciliación y a la paz entre todos los bolivianos, nuevamente hacemos un vehemente  llamado al diálogo, único camino para la paz y unidad de nuestro país».
 
Los prelados bolivianos urgieron a entrar en un proceso de diálogo que «es el medio que el Señor nos ha dado como instrumento de comunicación y de encuentro entre personas, en el que cada uno, manifestando sus puntos de vista en verdad, escucha al otro y comparte sus ideas para alcanzar entendimiento y acuerdos».

Este proceso, subrayan, «en las difíciles circunstancias por las que atraviesa nuestro país, exige tener la voluntad de dialogar y dejarse iluminar por la razón y guiar por la verdad, respetando la legalidad y el ordenamiento jurídico que rige la sociedad».

Y afirman que «para conseguir soluciones efectivas, duraderas y que procuren el bien común, devolviendo así la esperanza al pueblo, hay que tener actitudes de apertura, respeto mutuo y despojo de posiciones intransigentes».

En este sentido, los obispos se muestran dispuestos a colaborar en el proceso: «El diálogo que nos urge y concierne a todos porque Bolivia somos todos, a nosotros, los obispos, nos lleva, en nuestro servicio pastoral, a dar nuestra disponibilidad para facilitar el encuentro de los actores y responsables de la vida política y social del país».

Por ello, informan que se han mantenido varias reuniones con autoridades nacionales, departamentales, cívicas y de instituciones interesadas por la paz.

Insisten que, «ante la situación que va empeorando peligrosamente, en cuanto estén dadas las condiciones, las autoridades responsables de la conducción del país convoquen al diálogo para lograr un pacto social con amplio consenso, que garantice la convivencia democrática y el estado de derecho, «en el marco de la verdadera democracia, inspirada en los valores de respeto, armonía en la pluralidad, reciprocidad, colaboración, libertad personal y económica, solidaridad y subsidiariedad, orientados a un proyecto de país de largo aliento y teniendo presente el bienestar de nuestro pueblo y el de las generaciones futuras» («Orientaciones Pastorales…», 66)».

Para la instalación del diálogo hace falta, según los obispos, que los actores asuman actitudes concretas que lo faciliten: «Romper las desconfianzas y evitar el doble discurso; despojarse de intereses sectoriales, partidarios e ideológicos; abandonar actitudes de menosprecio, insultos, descalificaciones, odios y venganzas; suspender las campañas y propagandas que van desacreditando a uno y otro sector a través de los medios de comunicación social».

Los prelados ratifican su «firme voluntad y compromiso de seguir acompañando el proceso de diálogo y concertación, para que se logre el pacto social, tan esperado y ansiado por nuestro pueblo».

Y piden a todos los ciudadanos «que pongan todo su esfuerzo para crear un clima favorable al diálogo, reconociéndonos y aceptándonos como hermanos, dando signos de entendimiento y perdón, y tendiendo puentes de acercamiento y comprensión».

Por otra parte, el cardenal Terrazas informó a los medios de que el diálogo es un proceso que no se puede resolver en una noche, sobre todo si los problemas se han ido afincando a lo largo de muchos meses y años. El cardenal dijo esto a propósito del encuentro que sostuvieron los obispos con los prefectos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Cochabamba, este lunes 7 de abril, en la Casa Clemente Maurer, en horas de la noche.

Por su parte el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, señaló que se siguen  buscando las condiciones más apropiadas para el diálogo. Aclaró a la opinión pública que las dificultades del diálogo no deben entenderse como responsabilidad o culpa de la Iglesia Católica, la cual ha ido acompañando todo el proceso desde los inicios.

Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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