(ZENIT – 5 mayo 2019).- Al final de la homilía en la plaza Knyaz Alexandar I de Sofía, el Papa Francisco ha dicho a los fieles búlgaros: “No tengáis miedo de ser los santos que esta tierra necesita, una santidad que no os quitará fuerza, vida o alegría; sino más bien todo lo contrario, porque vosotros y los hijos de esta tierra llegareis a ser lo que el Padre soñó cuando os creó» (Exhortación apostólica Gaudete et exsultate).
Esta tarde el Santo Padre abandonó la Nunciatura Apostólica de Sofía para dirigirse a la plaza Knyaz Alexandar I, en el centro de la ciudad. A lo largo de su trayecto en papamóvil, Francisco se ha parado a saludar a ancianos y enfermos.
Según los organizadores locales, en la celebración eucarística de hoy han participado unas 12 mil personas. Los católicos en Bulgaria representan aproximadamente un 1% de la población total y el país cuenta con 55 parroquias.
Las peticiones de la Santa Misa han sido leídas por 6 fieles en 6 lenguas distintas: búlgaro, inglés, polaco, español, italiano y árabe. La plegaria eucarística, por su parte, se ha iniciado con las ofrendas, presentadas por una pareja de jóvenes vestidos con trajes regionales, una familia, una religiosa y otra joven, representando distintas vocaciones presentes en la Iglesia.
Al finalizar la misma, Monseñor Christo Proykov, Presidente de la Conferencia Episcopal de Bulgaria, ha dedicado unas palabras al Papa Francisco y lo ha saludado de la forma especial en la que los pueblos eslavos comparten la alegría de la Resurrección.
Después, el Pontífice ha administrado la bendición final y ha regresado a la Nunciatura Apostólica.