(ZENIT – 14 octubre 2018).- Nunzio es el «santo joven, valiente y humilde, que ha sabido encontrar a Jesús en el sufrimiento, en el silencio y en la ofrenda de sí mismo», ha dicho el Papa en la homilía de la Eucaristía de Canonización, este domingo, 14 de octubre de 2018.
El cardenal Becciu presentó al joven italiano Nunzio Sulprizio, proclamado santo en el corazón del Sínodo de los Obispos para los jóvenes, el mismo día que Pablo VI, el Papa que lo beatificó: «El Sínodo de los Obispos que reflexiona estos días sobre los apremiantes problemas de la juventud, podrá descubrir en sí mismo las líneas de un camino perpetuamente actual».
El Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos presentó la figura de Pablo VI en la rueda de prensa organizada por la Santa Sede en el Vaticano el jueves 10 de octubre de 2018, a las 17 horas, en vista de la canonización de los beatos Pablo VI y Oscar Arnulfo Romero y Galdamez que se celebrarán este domingo 14 de octubre.
Subrayó que la reforma de Pablo VI fue una «reforma interior» de la Iglesia, orientada «hacia la santidad».
El cardenal Becciu también presentó a otros 5 futuros santos y el cardenal Gregorio Rosa Chávez presentó al arzobispo Oscar Arnulfo Romero, anunciando que el papa Francisco estaba planeando una peregrinación a su tumba el próximo enero en El Salvador, con motivo de su viaje a Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud.
Fue necesario el reconocimiento de un milagro para la canonización del joven Nunzio, quien murió a los 19 años (1817-1836).
Intervención del cardenal Becciu
Nunzio Sulprizio. Nació el 13 de abril de 1817 en Pescosansonesco, provincia de Pescara. Quedándose huérfano enseguida, desde muy pequeño experimentó el sufrimiento. Es su abuela materna quien lo educará de manera humana y cristiana. Pero después de la muerte de su abuela, Nunzio será acogido por un tío, Domenico Luciani, que no tendrá ninguna consideración especial por su corta edad y su ya precario estado de salud, empeorado por el arduo trabajo de herrero que le había sido impuesto.
La tuberculosis ósea lo obligó a establecerse en Nápoles, donde fue atendido por un oficial del ejército borbónico, el coronel Felice Wochinger, antes de ser ingresado en el hospital de incurables. Fue allí donde Nunzio finalmente pudo recibir la primera comunión que tanto deseaba. En un crescendo de fe, participó en el misterio de la cruz de Cristo al completar su viaje terrenal el 5 de mayo de 1836, a la edad de 19 años.
El Papa León XIII reconoció sus virtudes heroicas en 1890, proponiéndolo como un modelo para los jóvenes. El 1 de diciembre de 1963, Pablo VI lo proclamó beato. El Sínodo de los Obispos, que reflexiona estos días sobre los apremiantes problemas de la juventud, podrá descubrir en él las líneas de un camino perpetuamente actual.
Con Raquel Anillo
Beato Nunzio Sulprizio © Vidas Santas
Un joven canonizado el mismo día que el Papa que lo beatificó: Nunzio Sulprizio
Presentado por el Cardenal Becciu