"Agua en los ojos" del papa en su visita a la capilla de la favela. Es uno de los detalles que el padre Federico Lombardi reveló ayer en el briefing para los periodistas en el Centro Internacional de prensa de Copacabana. La jornada del día de ayer comenzó con una misa bastante importante del papa con todos los seminaristas de Río y con los formadores. En total eran 300 personas. El papa en una bella homilía sobre las lecturas del día habló del tesoro en vasos de barro, aplicado a la vida de los seminaristas y los sacerdotes. Aconsejó a los seminaristas, que están hechos de barro; confesarse bien y hacer oración y adoración.

Sobre otro de los momentos importantes de la jornada de ayer, la visita a Varginha, destacó dos cosas: "durante la visita a la capilla había agua en los ojos del papa". "Después, fue a la pequeña casa de la familia, 4 metros por 5. Había más de 20 personas que vivían allí. Eran de todas las edades. Pusieron en los brazos del papa todos los niños pequeños que había. Han rezado un Padrenuestro y un Ave María juntos. Fue un momento de gran espiritualidad", explicó Lombardi.  Destacó también otro momento significativo, cuando el papa se detuvo delante de una iglesia evangélica y rezó con los fieles que estaban en la puerta, señalando "que fue un momento de ecumenismo muy espontáneo".

Por la tarde, en el encuentro con los jóvenes en Copacabana, el portavoz del Vaticano confirmó que había cerca de un millón de personas.

También comentó que el papa había sido informado que la organización había decidido cambiar de lugar la Vigilia y la Misa de Envío del domingo y celebrarlo en Copacabana en vez de en el Campus Fidei, como estaba previsto. El papa ha dicho que si la organización había visto que no era prudente, él estaba de acuerdo.

Hoy el papa se encontrará con encarcelados, es un encuentro muy pequeño que no se verá por televisión, solo habrán cinco personas. "Ha querido él mismo este encuentro con algunos jóvenes reclusos", explicó Lombardi. También esta mañana, el papa confesará a varios jóvenes, tal y como hizo Benedicto XVI en la JMJ de Madrid. Lombardi recordó que Francisco, desde que es papa ya ha confesado una vez, el día que visitó la parroquia de los santos Isabel y Zacarías. Hoy el papa comerá con doce jóvenes, dos por cada continente y dos de Brasil.

El padre Márcio, párroco de la favela, recordó las palabras del papa cuando le dio el cáliz que regaló a la parroquia: "cuando celebre la eucaristía, coloque los dolores de este pueblo, mis dolores y los dolores de Cristo". "Esas palabras fueron más fuertes que el objeto en sí", señaló el párroco.  

El padre Márcio contó a los periodistas presentes en el Centro Internacional de prensa cómo vivió la visita del papa a la favela. Momentos emotivos y alegres, de celebración. El santo padre se interesó por la vida de este lugar y por las personas, preguntándole al párroco datos sobre la comunidad.