La ceremonia de firma, celebrada en la Oficina del Primer Ministro en Praga, estuvo encabezada por el cardenal Pietro Parolin

La ceremonia de firma, celebrada en la Oficina del Primer Ministro en Praga, estuvo encabezada por el cardenal Pietro Parolin Foto: Vatican Media

Santa Sede firma acuerdo con República Checa: inviolabilidad de la confesión y objeción de conciencia garantizadas

Este nuevo acuerdo, compuesto por 16 artículos, garantiza el derecho de la Iglesia a preservar la confidencialidad del secreto sacramental y de las conversaciones confidenciales en el marco de sus funciones pastorales, lo que supone una importante afirmación de los derechos a la privacidad de los fieles.

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(ZENIT Noticias / Praga, 24.10.2024).- El jueves 24 de octubre de 2024, la República Checa y la Santa Sede formalizaron un nuevo acuerdo bilateral destinado a profundizar la colaboración entre la Iglesia y el Estado en asuntos de interés común. La ceremonia de firma, celebrada en la Oficina del Primer Ministro en Praga, estuvo encabezada por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, y el primer ministro checo, Petr Fiala, con la presencia de numerosos funcionarios de alto rango y líderes religiosos.

Este nuevo acuerdo, compuesto por 16 artículos, busca mejorar el marco de cooperación entre el gobierno checo y la Iglesia católica en áreas que afectan el bienestar espiritual, cultural y social de los ciudadanos checos. Reflejando los principios esbozados en “Dignitatis Humanae”, la declaración del Vaticano II sobre la libertad religiosa, el acuerdo reafirma la libertad religiosa como un derecho fundamental, extendiendo este derecho a todos los ciudadanos, no solo a los católicos.

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La libertad de culto y la autonomía religiosa son los puntos centrales del acuerdo

El acuerdo aborda varios aspectos críticos de la libertad religiosa. En primer lugar, subraya el reconocimiento por parte del gobierno checo de la autonomía de la Iglesia católica en materia religiosa, incluido el derecho irrestricto a nombrar clérigos, establecer entidades religiosas y proporcionar atención pastoral en centros sociales, sanitarios y penitenciarios. Además, garantiza el derecho de la Iglesia a preservar la confidencialidad del secreto sacramental y de las conversaciones confidenciales en el marco de sus funciones pastorales, lo que supone una importante afirmación de los derechos a la privacidad de los fieles.

Uno de los componentes más destacados del acuerdo es su apoyo explícito al derecho de la Iglesia a la objeción de conciencia, una cláusula que defiende el derecho de las personas a abstenerse de servicios militares o sanitarios en función de sus creencias morales o religiosas. Esta disposición es especialmente significativa en su aplicación a los ámbitos del servicio obligatorio y la ética médica, y señala una postura clara sobre el respeto a la conciencia individual en áreas de complejidad moral. 

Compromisos culturales y educativos

El nuevo tratado reafirma también la libertad de la Iglesia para establecer organizaciones educativas y caritativas, promoviendo un enfoque cooperativo en materia de educación y apoyo humanitario en la República Checa. Esto no sólo facilita la misión educativa de la Iglesia, sino que también refuerza el apoyo del Estado en áreas de responsabilidad social compartida, incluida la atención a las poblaciones vulnerables. A través de este acuerdo, la República Checa y la Santa Sede señalan su compromiso de fomentar la educación basada en valores y los servicios de apoyo.

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Promoción de un legado de cooperación y respeto mutuo

En un sentido más amplio, este tratado fortalece la posición legal y social de la Iglesia Católica en la República Checa al establecer un marco estandarizado para sus operaciones e interacciones con el Estado. Con el objetivo de apoyar la libertad religiosa y la cooperación, el acuerdo establece normas para el culto, estipulando que cualquier restricción sólo puede aplicarse por ley y únicamente en la medida necesaria para mantener el orden público, la salud o los derechos de los demás.

Si bien el acuerdo es un hito en las relaciones entre la Iglesia y el Estado, también honra los valores de larga data de la República Checa de tolerancia y respeto por las libertades individuales. El acuerdo ahora debe pasar por la ratificación tanto del Vaticano como del Parlamento checo, después de lo cual entrará en vigor el primer día del mes siguiente al intercambio formal de documentos de ratificación.

Mientras ambas partes miran hacia un futuro de compromiso cooperativo, este acuerdo histórico refleja un compromiso compartido con los valores de respeto, libertad y apoyo mutuo, principios que servirán para guiar las relaciones entre la Iglesia y el Estado en la República Checa en los próximos años.

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Joachin Meisner Hertz

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