Esta tarde, el papa Francisco ha realizado una visita pastoral a la parroquia romana del Sagrado Corazón de Jesús en Castro Pretorio, que está regida por los Salesianos.

No se encuentra en las afueras de Roma, pero seguramente la periferia existencial de esta parroquia ha provocado que el Pontífice argentino acuda.

Situada en la via Marsala, junto a la estación de tren Termini y cerca del albergue con el comedor de Cáritas, esta zona es lugar de reunión de muchas personas sin hogar, desfavorecidas y marginadas.

Este templo, encargado por el papa León XIII, fue levantado por san Juan Bosco gracias a las ofrendas de los fieles católicos y consagrada por el Cardenal Vicario Lucido Parocchi el 14 de mayo de 1887.

Hoy los Salesianos trabajan con los refugiados e inmigrantes y asisten a los mendigos, que en esta zona abundan. Cada día se hacen evidentes las necesidades de muchas personas, en parte aliviadas por el trabajo del centro de Cáritas.

Los refugiados que reciben atención directa son unos 400, además de unos 50 sin techo que reciben los viernes unos 200 almuerzos en la estación de trenes.

Los inmigrantes son varios cientos y la comunidad más numerosa en esta estructura es la filipina, que cuenta también con una serie de parroquias como Santa Prudenziana y el Perpetuo Socorro. 

Los días de reuniones son los jueves por la tarde y los domingos, cuando los empleados del hogar suelen tener sus días libres. Por su parte, la comunidad latinoamericana es numerosa. En Italia hay unos 350 mil inmigrantes provenientes del continente sudamericanos de los cuales casi 100 mil ecuatorianos y la misma cantidad de peruanos. 

La estructura del Sagrado Corazón es uno de los puntos de reunión de los latinoamericanos, si bien el principal centro de atención es la iglesia Sta. María della Luce, sede de la pastoral latinoamericana; Santa Lucía y Don Orione.

En en el patio interno de la estructura que hoy el Papa ha visitado, los latinoamericanos han realizado diversos eventos, como el del Día de la Madre.

En Roma se han vuelto tradicionales dos procesiones, la del Señor de los Milagros del Perú y la de la Virgen del Quinche, de Ecuador. 

A su llegada, el Obispo de Roma acompañado por el párroco don Valerio Baresi se ha encontrado con los feligreses y, posteriormente, con unos sesenta amigos sin techo, que mantienen relación con la iglesia a través de su obra social.

Después, el Pontífice se ha reunido con un centenar de refugiados y una representación de los voluntarios de esta parroquia.

Por último, el Santo Padre ha mantenido un encuentro con los niños bautizados durante este año y con sus padres, con los recién casados y con las familias jóvenes.

En el curso de esta visita el Papa ha confesado a cinco fieles, seguido por la Santa Misa.

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(RED/IV)