Después de la disolución del parlamento debido al fracaso de las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre una nueva ley electoral, los ministros del nuevo Gobierno de Haití han prestado juramento este lunes 19 de enero, ante la presencia del presidente Michel Martelly.

El nuevo primer ministro, Paul Evans, criticó la forma en que los benefactores internacionales ayudan a su país, pues consideró que el Gobierno debería decidir las prioridades. Por su parte las Ongs y asociaciones que están trabajando desde el primer momento, siempre indicaron la situación de inmovilidad debido a la falta de iniciativas y coordinación del Gobierno.

De otro lado, Evans se ha comprometido a trabajar con todos los grupos políticos para celebrar elecciones democráticas este año. Además ha afirmado que cooperará con el presidente Michel Martelly para resolver la actual crisis.

El papa Francisco ha recibido hace un año atrás, el 24 de febrero de 2014 en el Vaticano, al presidente Martelli, que llegó a Roma con motivo de la creación de monseñor Chibly Langlois como cardenal. Y con motivo del quinto aniversario del terremoto de Haití, que causó la muerte de 200 mil personas, dejando a más de 2,3 millones de personas sin hogar y más de un millón y medio de desaparecidos, el Santo Padre hizo organizar el 10 de enero una conferencia en el Vaticano, para no olvidar.

''La comunión de la Iglesia: memoria y esperanza para Haití cinco años después del terremoto'' fue el título y allí hablaron el cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina; el cardenal Robert Sarah, presidente de Cor Unum, y contó también con la presencia del cardenal haitiano Chibly Langlois.

Las iniciativas de la Cáritas fueron enormes: una docena de Cáritas nacionales de la red internacional se desplazaron al país inmediatamente después del desastre para dar apoyo a las necesidades de los damnificados y han seguido participando en los planes de reconstrucción.

Con motivo de este aniversario, Cáritas Internationalis ha editado un breve vídeo conmemorativo.

Han participado en la emergencia y reconstrucción diversas órdenes religiosas, como la de los salesianos que no han dejado de realizar su labor gracias al apoyo recibido de millones de personas solidarias de todo el mundo. Hoy, más de 20 mil niños y niñas han vuelto a recibir educación y su comida diaria en las Pequeñas Escuelas del Padre Bohnen.

Entre las iniciativas, figura también la de la asociación profesional CBM, partner de la OMS, que ha participado en la fase posterior a la emergencia, señala la planificación de intervenciones a largo plazo, que incluyen el fortalecimiento de los servicios de salud, instalaciones educativas para los niños con discapacidad y actividades para las personas con discapacidad, indicó ayer la agencia FIDES.   

La visita del cardenal Sarah a Japón, fuente de “gran aliento”

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 18 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- La visita del cardenal Robert Sarah, Presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”, a las zonas de Japón más golpeadas por el terremoto y el tsunami del pasado marzo, ha sido “fuente de “gran aliento para la Iglesia y para el país”.

Así lo ha declarado a la agencia vaticana Fides, el Nuncio Apostólico en el país asiático, el arzobispo Alberto Bottari de Castello, destacando que su presencia ha sido “una presencia amiga y fraterna, capaz de infundir gran aliento y de ofrecer una preciosa ayuda espiritual, además de material, a la Iglesia y a toda la nación”.

La opinión pública japonesa, indicó, “ha agradecido mucho este gesto de solidaridad y de cercanía, expresión de un deseo concreto del Santo Padre”.

“Es exactamente lo que los japoneses necesitan hoy, en esta fase de reconstrucción y de difícil recuperación, después del terremoto y el tsunami”, añadió.

En una nota vaticana difundida el pasado jueves, se afirmaba que el Papa “quería de este modo hacer sentir su cercanía, su oración y su ayuda”, y que el cardenal Sarah habría llevado “el abrazo de Benedicto XVI a todos los familiares de las víctimas, a los desplazados y a todos los voluntarios que sin descanso están trabajando en la reconstrucción”.

En la visita que duró desde el 13 al 16 de mayo, el purpurado, natural de Guinea, ha afirmado muchas veces que su visita era “expresión de la paternidad y del amor del Santo Padre”.