(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 19.11.2024).- El Cardenal Fernando Vérgez Alzaga y la Hna. Raffaella Petrini, respectivamente Presidente y Secretaria General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, inaugurarán el Belén y encenderán el árbol de Navidad, instalados en la Plaza de San Pedro. La ceremonia tendrá lugar el sábado 7 de diciembre a las 18.30 horas.
Por la mañana también se inaugurará en el Aula Pablo VI el «Belén de Belén 2024», un conjunto de representaciones de la Natividad, todas ellas producidas y elaboradas en Belén por artesanos locales. La representación de la Embajada del Estado de Palestina ante la Santa Sede estará presente para la ocasión.
Al mismo tiempo, en el Aula Pablo VI, las Delegaciones serán recibidas en audiencia por el Papa Francisco para la entrega oficial de los regalos.
En la ceremonia de la tarde estarán presentes las Delegaciones oficiales de los lugares de origen del Belén y del árbol de la Plaza de San Pedro, procedentes respectivamente de Grado, en la diócesis de Gorizia, y de Ledro, en la diócesis de Trento. En particular, para el belén artístico participarán, entre otros, el obispo de Gorizia, monseñor Carlo Roberto Redaelli, el comisario del proyecto, el caballero Antonio Boemo, el alcalde, Giuseppe Corbatto, y la banda cívica «Ciudad de Grado».
Para el árbol de Navidad participarán, entre otros, el obispo de Trento, monseñor Lauro Tisi, el presidente de la provincia de Trento, Maurizio Fugatti, el alcalde de Ledro, Renato Girardi, el Coro Cima d’Oro, el Corpo Bandistico Val di Ledro y el Gruppo Fisarmoniche Città di Arco.
El Belén y el árbol de la Piazza San Pietro permanecerán expuestos hasta el final del Tiempo de Navidad, que coincide con la Fiesta del Bautismo del Señor, el domingo 12 de enero de 2025.
La gran obra del Belén, que Grado lleva este año a la Plaza de San Pedro del Vaticano, tiene, además de la centralidad del nacimiento del Niño Jesús, el amor como leitmotiv, y propone también escenas de la vida cotidiana llenas de afecto y laboriosidad.
Por ello, Grado trae a la plaza de San Pedro el Belén Comunitario, creado por unas cuarenta personas, todas ellas voluntarias, profesionales y artistas en sus respectivos campos, en su mayoría expresiones de asociaciones locales.
Se eligió como escenario uno de los diferentes aspectos de la ciudad balnearia, a saber, el de su laguna, única, viva, que también está ligada a la historicidad de la isla, siendo, refiriéndonos a la lejana época de los patriarcas, hija de Aquileia pero, sobre todo, madre de Venecia.
Una laguna antaño habitada permanentemente por cientos de habitantes de Grado, los llamados ‘casoneri’, porque vivían en ‘casoni’, las típicas construcciones de caña.
Y es precisamente en el interior de un «casone» donde está colocada la Natividad, obra realizada, junto con todas las demás numerosas estatuas, por padre e hija, Lorenzo y Francesca Boemo.
Estatuas que tienen la característica de estar llenas de barro, precisamente el de la laguna. El escenario elegido es el de principios del siglo XX.
Los ‘casoneri’ regresan a Grado sólo tres veces al año, para Semana Santa, para el ‘Perdòn de Barbana’, la procesión votiva del pueblo de Grado que acude a dar gracias a la Virgen del Santuario de la isla de Barbana y, por supuesto, para Navidad.
La idea y coordinación de todo lo que Grado está preparando para ‘desembarcar’ en la plaza de San Pedro es obra del caballero Antonio Boemo. La planificación detallada y la coordinación técnica son del arquitecto Andrea de Walderstein.
La referencia a «desembarcar» es apropiada, una palabra perfectamente pertinente, ya que la obra también prevé la presencia de agua en el interior de un largo terraplén (unos cien metros de bloques de poliestireno hechos a mano), donde flotarán dos «batele», las características barcas de fondo plano utilizadas para navegar por los canales de la laguna. También habrá una playita con una abuela vigilando a sus nietos y a su perro.
Cuando se habla de laboriosidad, hay que recordar que en la laguna, salvo los niños pequeños que iban a la escuela en la isla de Anfora, todo el mundo trabajaba para salir adelante. Esto incluía a las mujeres. Y fue una de ellas, una pescadora que ayudaba a su marido, quien condujo la «batela» que transportaba a los Reyes Magos.
En medio de la laguna, como en la realidad, también hay unas «briccole», estructura náutica utilizada para indicar las direcciones a tomar: Aquileia, el Santuario de la Virgen Coronada en la isla de Barbana, Trieste y Venecia. Y luego la rica vegetación y avifauna creadas con una impresora 3D. A propósito, para evitar la llegada masiva de gaviotas, se han instalado dos bolardos ultrasónicos de frecuencia variable.
La pasión por los belenes en Grado está muy arraigada, hasta el punto de que desde hace varias décadas se celebra una importante exposición con las obras expuestas, tanto a lo largo de las calli del casco antiguo, con su típica impronta veneciana, donde también se encuentran dos preciosas basílicas paleocristianas (la dedicada a Santa Eufemia fue consagrada en 579 por el Patriarca Elías), como en otros lugares de la ciudad, también en salas especiales.
El Belén, que se expondrá en el Aula Pablo VI, quiere recordar Tierra Santa, lugar privilegiado de la historia de la salvación, cuyo suelo fue recorrido por el Salvador, y donde
Su encarnación, nacimiento, pasión, muerte y resurrección: un teatro cotidiano de destrucción, conflicto, luto y violencia. La instalación artística ha recibido el nombre de «Belén Natividad 2024». Ha sido diseñada por dos artistas de Belén: Johny Andonia y Faten Nastas Mitwasi. Se trata de una estructura principal de tres metros de altura, formada por una base de forma circular, con estantes en los que se exponen diversos belenes y, en la parte superior, la famosa estrella de Belén. En la representación se combinan las tradiciones centenarias de los artesanos locales con elementos contemporáneos. Los materiales utilizados son hierro para la estructura principal, madera de olivo para las estatuas de la Sagrada Familia y las demás representaciones, pero también nácar, piedra, cerámica, vidrio, fieltro y tela. Durante la preparación, recogida y construcción de las obras, los artistas colaboraron con algunas instituciones cristianas locales.
De Ledro, en Trentino, procede el majestuoso abeto maduro, de 29 metros de altura. La elección de este ejemplar estuvo determinada no sólo por un valor estético, sino también ecológicamente responsable, teniendo en cuenta que la tala del árbol garantizará la reposición natural del bosque en las próximas décadas. Los bosques de la zona cuentan con la certificación PEFC. Un bosque con certificación PEFC es un bosque gestionado conforme a los requisitos medioambientales, sociales y económicos más estrictos.
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