BRUSELAS, 20 julio (ZENIT.org).- Por invitación de la Iglesia ortodoxa serbia, una delegación de obispos católicos de los Estados miembros de la Unión Europea (Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea – COMECE) visitó Servia del 13 al 17 de julio.
Los obispos rezaron juntos en monasterios e iglesias de la Ortodoxia serbia. Visitaron un campo de refugiados en Belgrado, así como algunos edificios y puentes destruidos por la guerra el año pasado.
En un comunicado conjunto, redactado al final de la visita, ortodoxos y católicos han pedido el final de las sanciones económicas que sigue padeciendo Yugoslavia.
Los obispos se mostraron de acuerdo en continuar con este diálogo y en promover las visitas de jóvenes y la cooperación entre las organizaciones caritativas de las dos Iglesias.
«Para nuestras Iglesias –se puede leer en el comunicado conjunto, que lleva por título «Tres días de esperanza»– volver a vernos en el Jubileo del año 2000 es motivo de gran alegría, pues nuestros contactos nunca habían quedado interrumpidos, ni siquiera durante la guerra».
El encuentro, según sus participantes, permite esperar por tres motivos: porque ha servido para continuar con el diálogo teológico; para intensificar el proceso de europeización de la Unión Europea, de modo que el continente pueda respirar con sus dos pulmones; porque ha renovado la confianza en las generaciones de jóvenes.
«Nuestro encuentro –concluye el comunicado conjunto– ha sido un acontecimiento espiritual fecundo: durante tres días hemos rezado juntos, conversado y escuchado. Han sido verdaderamente tres días de esperanza».