BAGDAD, 5 mar 2001 (ZENIT.org).- La Iglesia católica en Irak sigue trabajando para que tenga lugar finalmente la deseada peregrinación de Juan Pablo II a la patria de Abraham, Ur de los Caldeos.
Lo ha confirmado al diario de los católicos italianos Avvenire monseñor Emmanuel Karim Delly, obispo auxiliar del patriarca de Babilonia de los Caldeos, Raphael I Bidawid.
El Papa había querido ir como peregrino a Ur en las vísperas del gran Jubileo del año 2000. Sadam Hussein, sin embargo, envió un comunicado al Vaticano en el que afirmaba que su país no podía garantizar la seguridad del pontífice a causa de los constantes vuelos militares anglo-estadounidenses que controlan la «no-fly zone», en donde se encuentra la patria del padre en la fe de los creyentes de las tres religiones monoteístas, judíos, cristianos y musulmanes.
«Una ocasión perdida para volver a la paz de Abrahán pero que todavía está alimentada por la llama de la esperanza», dice monseñor Delly.
«Cuando el deseo del Pontífice se pueda realizar –añade el prelado–, será una gran ocasión para todos nosotros y el Papa será bien recibido por todo el pueblo iraquí. Porque esta peregrinación no ha sido cancelada sino sólo aplazada, en espera de circunstancias mejores».
«Hemos hecho todo lo posible tanto aquí como en el Vaticano», aclara.
«Todo estaba ya preparado para su llegada –concluye monseñor Delly–. Desgraciadamente, en el último momento, el gobierno nos dijo que eran las circunstancias las que no lo permitían. Entonces, es mejor estar seguros y preparar con más calma esta peregrinación tras las huellas de Abrahán».