El médico que quiere clonar a un ser humano ataca a la Santa Sede

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Podría ser expulsado de la Asociación Médica de Roma

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ROMA, 23 mar 2001 (ZENIT.org).- Un médico italiano decidido a ser el primer científico que clone a un ser humano defendió el jueves sus planes ante un consejo médico y lanzó acusaciones durísimas contra la Santa Sede.

Serverino Antinori, quien en días pasados anunció su proyecto de clonar al primer ser humano de la historia, fue sometido ayer a un examen de la Asociación Médica de Roma, quien en el pasado ya había condenado sus prácticas de inseminación artificial aplicadas sin estándares bioéticos y que ahora piensa en su posible suspensión.

El pasado 14 de marzo, el Senado italiano aprobó definitivamente por mayoría absoluta (385 votos a favor, 3 en contra, y 13 abstenciones) la convención de Oviedo en materia de bioética y el protocolo anexo que prohibe la clonación de seres humanos. El tratado había sido firmado por los Estados miembros del Consejo de Europa el 4 de abril de 1997 y el protocolo adicional el 12 de enero de 1998.

Por este motivo, Antinori, al no poder realizar su proyecto, está buscando un país en el cual poder realizar su «experimento». Su equipo dice estar preparado para comenzar a trabajar en el primer clon de un ser humano en las próximas semanas.

En su encuentro con la Asociación Médica de Roma rechazó las numerosas críticas a su proyecto presentadas por médicos, científicos y expertos en bioética, y se reservó las palabras más fuertes para la Santa Sede, que se ha opuesto a los proyectos de clonación en defensa del respeto de la dignidad humana.

«Parece que hemos vuelto a los viejos tiempos de la Inquisición», afirmó el médico. «Estamos trabajando para que la humanidad ayude al hombre, no para crear algo negativo», añadió.

El médico estadounidense experto en fertilidad, Panos Zavos, que pretende colaborar con Antinori, ha afirmado que ya se han presentado 700 parejas que piden clonar a un hijo. El objetivo es crear un bebé con el mismo código genético de uno de los padres.

«Históricamente, (la oposición) es normal, pero una vez que nazca el primer bebé y llore, el mundo lo abrazará», dijo Zavos a la prensa en una conferencia sobre clonación a principios de este mes.

Científicos de todo el mundo se han distanciado de las intenciones del científico italiano, pero Antinori dijo que considera que su proyecto no será sancionado por la Asociación Médica de Roma le fuera a sancionar.

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ZENIT Staff

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