El estado de la libertad religiosa a inicios del siglo XXI

Ayuda a la Iglesia Necesitada presenta un nuevo informe

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ROMA, 28 mar 2001 (ZENIT.org).- En pleno siglo XXI, la libertad religiosa sigue siendo violada. Por este motivo, el próximo mes de mayo la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada publicará su tercer «Informe sobre la libertad religiosa en el mundo».

Gyula Orban, de Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha explicado citando datos de David B. Barrett, profesor de estadística en la Universidad de Regent. Virginia Beach (Estados Unidos) que «aproximadamente el 10 por ciento de los dos mil millones de cristianos que hay en el mundo sufren persecución. Esto significa que unos 200 millones de cristianos padecen duras repercusiones a causa de su religión».

Achille Tamburrini, responsable italiano de Ayuda a la Iglesia Necesitada y promotor de la idea de la publicación de este informe ha explicado a Zenit que «el objetivo consiste en crear un Observatorio permanente sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo. Nuestro análisis no sólo afecta a los cristianos, sino a toda la comunidad humana. Juan Pablo II ha repetido en varias ocasiones que el derecho a la libertad no es algo que afecte a una confesión particular; se trata de un derecho natural que afecta a todos los hombres. Es un derecho fundamental».

–Zenit: ¿Cuáles son los criterios que utilizan para registrar las violaciones de este derecho fundamental?

–Achille Tamburrini: Según nuestro análisis, el derecho a la experiencia religiosa está antes que la opción por una confesión religiosa, pues se trata de un derecho natural, de modo que no hay autoridad política que puede prohibirlo. Los tres componentes de este derecho, ratificados por las Naciones Unidas, son: la libertad de elección (es decir, la libertad de conversión); la libertad para practicar el culto y educar a los hijos según las propias convicciones religiosas; y la libertad para mantener relaciones a nivel nacional e internacional con quienes comparten el mismo credo religioso.

Basándonos en estos principios, se puede dar un juicio articulado sobre las violaciones de los derechos. Se pasa de los fenómenos de intolerancia hasta los casos de persecución y martirio.

–Zenit: ¿Cuáles han sido los casos más claros de violación de la libertad religiosa en el último año?

–Achille Tamburrini: Hemos sido testigos, en particular, de cómo han ido creciendo fenómenos de persecución en India, Sudán, Indonesia, Timor Oriental y Egipto.

–Zenit: En ocasiones, se dice, que terminado el bloque comunista, el gran enemigo de la libertad religiosa es el fundamentalismo islámico.

–Achille Tamburrini: En el área islámica hay que distinguir entre países que han dejado a sus espaldas revoluciones de carácter socialista –como Turquía, Túnez y Marruecos–, en donde se da una cierta tolerancia; y países en los que los gobiernos sufren la presión de grupos fundamentalistas. En Egipto, por ejemplo, se dan episodios desagradables que no son instigados por el gobierno, pero la policía tiene miedo de intervenir para no sufrir represalias de los fundamentalistas.

–Zenit: De modo que el gran peligro son los exaltados islámicos…

–Achille Tamburrini: No. Tenemos también los países que agrupamos en el área roja. Si bien ha caído el Muro de Berlín, todavía hay 1.400 millones de personas que viven bajo regímenes comunistas. Aquí tenemos a China, Birmania, Vietnam, Corea, Cuba.

Sobre Vietnam se habla poco, los católicos viven en una condición tremenda.

La situación den China ha empeorado notablemente. Pekín ha adoptado una legislación de carácter antirreligioso muy elástica, típica de los regímenes comunistas. La dureza de la ley depende de cómo se aplica. Tenemos lugares en los que los cristianos de la Iglesia clandestina pueden participar en las parroquia, celebrar la misa y reunirse; mientras que en otros lugares, a tan sólo 500 kilómetros de distancia, por este mismo motivo acaban en la cárcel. Esto crea una situación perenne de incertidumbre del derecho. Los cristianos, al igual que los demás ciudadanos, no saben nunca si pueden hacer ciertas cosas. Cualquier persona puede ser arrestada y desaparecer en todo momento.

En esta condición se encuentran también los cristianos en Cuba. En el último año, la situación del país caribeño se ha hecho mucho más rígida, quizá porque se acerca momento de transición en el poder.

–Zenit: Además del fundamentalismo islámico y de los regímenes comunistas, ¿de qué habla el próximo informe?

–Achille Tamburrini: Sigue habiendo zonas de conflicto, especialmente en África, donde el problema no deriva de persecuciones organizadas y específicas, sino de situaciones de guerra. Los misioneros en el continente negro son asesinados sobre todo porque son testigos incómodos. En tiempos de conflicto, las organizaciones humanitarias dejan el territorio; los misioneros sin embargo no abandonan a sus fieles. De este modo, en ocasiones las diferentes facciones en guerra ponen a los cristianos en la mira de sus ataques, pues son quienes pasan las noticias y denuncian la injusticia.

–Zenit: ¿Qué pretenden con este informe? ¿Denunciar injusticias?

–Achille Tamburrini: Nuestro primer objetivo es dar a conocer las violaciones de los derechos y de este modo organizar una red de ayuda. La denuncia, por sí sola, es estéril. Uno de los objetivos que perseguimos consiste en movilizar a los cristianos y laicos de buena voluntad con el objetivo de presionar al mundo político. Quisiéramos que los acuerdos económicos con ciertos países puedan ser estipulados con la condición de que se garantice el respeto de los derechos humanos.

Más información sobre Ayuda a la Iglesia Necesitada en http://www.kirche-in-not.org.

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ZENIT Staff

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