La ceremonia se celebró en la iglesia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, en la que se instalará la representación.
Los lazos entre estas dos iglesias, consideradas como las más numerosas de la Ortodoxia, mayor número de fieles, se reforzaron tras las operaciones de la OTAN contra Yugoslavia en 1999. El patriarca ruso Alejo II había condenado en varias ocasiones los bombardeos y visitó Belgrado para concelebrar con el patriarca serbio una liturgia dedicada a las víctimas.