El arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, dirigió las oraciones en la catedral de la capital dirigiendo un emotivo llamamiento a la población.

El purpurado invitó a los creyentes a caminar hacia algo nuevo y a promover la unidad «para construir juntos una nación».

El nuevo presidente Eduardo Duhalde se unió a las oraciones desde la capilla de la residencia presidencial.