«Dominicans for Justice and Peace» fue fundada en 1998, para trabajar de manera particular en la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra.
Con el reconocimiento obtenido ahora, el organismo de la Orden de los Frailes Predicadores puede participar con derecho proprio, y no como parte de un grupo de ONG, en las diversas sesiones de trabajo de las Naciones Unidas, y en las reuniones cumbre del ECOSOC y de los organismos que enlazan a éste con el resto del sistema de las Naciones Unidas.
Además, los religiosos podrán ser invitados directamente como observadores, o bien designados como representantes, en todos los encuentros del ECOSOC y en las principales conferencias internacionales.
«El reto –explica el padre Philippe Le Blanc, superior de la comunidad de Toronto y encargado de las cuestiones sociales–, consiste en perseverar en el compromiso por la justicia y la verdad. Hablar a la comunidad internacional en nombre de la verdad requiere seriedad, confianza en los valores que se profesa y esperanza de que prevalezca la justicia».