Toda la familia Orionita de los Hijos de la Divina Providencia, de las Pequeñas Hermanas de la Caridad, del Instituto Secular Orionita y del Movimiento Laical Orionita junto al Movimiento Laical Orionita, celebrará el centenario de su aprobación canónica con distintos actos.
El 21 de marzo de 1903, el obispo de Tortona, monseñor Igino Bandi, firmó el decreto que reconocía el carisma y la institución que la Providencia quería transmitir a la Iglesia a través de Don Luigi Orione (1982-1940).
Don Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, es conocido en el mundo como un «campeón de la santidad cristiana». Juan Pablo II beatificó a este sacerdote el 26 de octubre de 1980 presentándolo a la Iglesia como «una maravillosa y genial expresión de la caridad cristiana».
Consciente de que los marginados no contaban con ningún apoyo de la sociedad, decía Don Orione: «Cristo fue hacia el pueblo. Aliviar al pueblo, mitigar sus dolores, sanarlo. Nos tiene que preocupar el pueblo. La Obra de la Divina Providencia es para el pueblo. Eviten las palabras, de palabras estamos saturados».
El pequeño Cottolengo, escuelas profesionales, casas para ancianos, misiones, parroquias, hospitales, casas de acogida para menores y jóvenes en dificultades y para los «sin techo» son algunas de las actividades con las que los Hijos de la Divina Providencia realizan trabajo.
La misión de todos ellos, «salir a al encuentro de las necesidades de los más pobres, de los más marginados, de los más pequeños», en particular de los dispacacitados.
En muchos países del mundo existe aún la idea de que el enfermo, el discapacitado, es un deshonor para la familia. Allí también han acudido los religiosos y laicos de Don Orione para rescatar a estas personas olvidadas, a menudo en un estado de profunda humillación.
Más información en www.donorione.org.