Los 22 obispos participantes tendrán que nombrar al sucesor del patriarca Raphael Bidawid, fallecido el pasado 7 de julio.
«Después de años de marginalidad y ausencia de la vida social, la comunidad católica caldea, bajo la guía del nuevo patriarca, quiere contribuir al futuro de Irak», explica «Radio Vaticano» al informar sobre el acontecimiento.
En el nuevo escenario político que se está delineando, en algunas regiones se da la preocupación entre cristianos por la presencia de corrientes radicales chiíes que hacen presión para instaurar una teocracia islámica.
Los cristianos en Irak son unos 800.000, es decir, en torno al 3 por ciento de la población. Entre ellos, los católicos caldeos constituyen más del 70%. En Bagdad se encuentra la sede del Patriarcado caldeo y la comunidad caldea más numerosas, con más de 350.000 fieles.
La Iglesia caldea se dedica sobre todo a la catequesis, a la educación, y a la asistencia de numerosas familias pobres, cristianas y musulmanas.
En la liturgia caldea, el idioma oficial es el arameo. Dado que los fieles hablan normalmente árabe, la celebración de la santa misa es bilingüe. Hay comunidades caldeas de la diáspora en América, Europa y Oceanía. En el año 2000, se instituyó en Roma una representación de la Iglesia caldea ante la Santa Sede.