Lawal, una ama de casa de 31 años de edad y madre de familia, fue condenada por adulterio en marzo del 2002 por haber tenido a uno de sus cuatro hijos cuando ya estaba divorciada. Fue condenada por un tribunal islámico a morir lapidada, según los preceptos de la Sharia o código penal islámico.
Tras haber perdido su primera apelación en agosto de 2002, presentó un nuevo recurso ante el tribunal islámico de Katsina ya que, según su abogado, la condena de Amina Lawal era ilegal.
La fiscalía por su parte rechazó los argumentos de la defensa y pidió que un jurado compuesto por cuatro magistrados islámicos ordenen la ejecución.