BUENOS AIRES, 29 agosto 2003 (ZENIT.org).- No es posible considerar a las parejas homosexuales con el término propio de «familia», considera el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, el arzobispo Renato Martino.
De visita en Argentina, al referirse a la ley de uniones civiles de homosexuales que desde hace algunas semanas rige en la ciudad de Buenos Aires, el prelado italiano afirmó: «Que le llamen como quieran, pero eso no es familia».
«Los niños necesitan un padre y una madre, y esa es la regla general» explicó en declaraciones a la agencia católica argentina AICA.
Ante la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan adoptar hijos, monseñor Martino se preguntó «¿dónde estaría el papel del padre o de la madre ausente?».
«Sabemos exactamente por la Declaración de los Derechos Humanos que la familia es la célula básica de la sociedad y como tal debe ser protegida», aclaró.
«Muchas veces está destruida por el divorcio --reconoció--, pero esa no es la regla. Incluso en esas situaciones de emergencia, cuando la familia se descompone, hay que proveer a la educación de los niños, que necesitan un padre y una madre».
Monseñor Martino, que durante 16 años fue observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Nueva York, consideró que «no se puede hacer ningún programa de desarrollo si no se tienen presentes las necesidades de la familia y su esencia».
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Aug 29, 2003 00:00