Los presidentes del Comité de Enlace Islámico-Católico han publicado un «Comunicado conjunto sobre la situación de Irak» tras la conmoción suscitada por los cuatro atentados contra lugares de culto cristianos en Bagdad y otros dos en Mosul, que provocaron al menos diez muertos y cincuenta heridos a comienzos de agosto.
«Condenamos firmemente los actos terroristas que siguen siendo perpetrados en Irak y que involucran incluso a la población civil», afirman en el comunicado conjunto el profesor Hamid Bin Ahmad Al-Rifaie, presidente del Foro Internacional Islámico para el Diálogo y el arzobispo Michael L. Fitzgerald, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
Las instituciones que publican el texto en inglés y en árabe tienen sus sedes respectivamente en Yeda (Arabia Saudí) y en el Vaticano.
«Condenamos en particular los ataques suicidas en áreas en las que están situados lugares de culto, contra musulmanes o cristianos reunidos para el culto», afirma el documento.
«Estos actos de ciega violencia ofenden el nombre sagrado de Dios y a la auténtica religión. Ponen de manifiesto el gran desconocimiento de la historia y de la cultura de ese país que tanto ha sufrido. Representan una grave amenaza a la convivencia pacífica y al desarrollo de la sociedad iraquí», añade.
«Esperamos sinceramente que, con la ayuda de Dios todopoderoso y misericordioso, el pueblo de Irak pueda finalmente disfrutar del don de la paz, en una atmósfera de mutuo respeto y de genuina colaboración entre todos sus ciudadanos, independientemente de su tradición religiosa», concluye el comunicado firmado por los representantes islámico y católico.