Religiosas amenazadas tras sufrir una profanación en su convento de Ambernath (la India)

BOMBAY, jueves, 27 enero 2005 (ZENIT.org).- El convento de las carmelitas teresianas en Ambernath, cerca de Bombay (la India), sufrió el domingo la irrupción de unos asaltantes que profanaron la cruz arrancándola y destrozándola y dejaron mensajes de contenido intimidatorio en el lugar.

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Al día siguiente, el vicepresidente de «All India Catholic Union» (AICU) –representa a los 16 millones de católicos del país— y portavoz de «The Bombay Catholic Sabha» (BCS) –asociación que defiende los derechos, libertades e intereses de la comunidad cristiana—, Dolphy D’souza, condenó los hechos en un comunicado –que difundió la Conferencia Episcopal del país– y pidió la intervención de las autoridades.

AICU y BCS «condena el injustificado ataque en el convento con la profanación de la cruz y los mensajes intimidatorios que han dejado los culpables advirtiendo a las religiosas de nefastas consecuencias si no se marchan», dice el texto.

Algunos de los mensajes encontrados, escritos a mano, dicen: «Huid; volveremos»; «marchaos; este país es nuestro»; «ahora es la cruz, la próxima vez serán vuestras cabezas».

«Urgimos a la policía y a las autoridades del gobierno para que proporcionen protección y detengan a los culpables inmediatamente», expresa D’souza.

Subraya además que al lado del convento hay gente anciana. Y es que, con tres religiosas y dos postulantes, el convento carmelita atiende una casa para ancianos desde 2001; son doce las mujeres de edad que viven allí gracias a la generosidad, entre otras personas, de los feligreses de la cercana iglesia de Nuestra Señora de Fátima.

La hermana Diana, superiora del convento, confirmó a «Sar News» la irrupción de los asaltantes, según pudieron ver las propias religiosas, y admitió que es la primera vez que reciben amenazas así y que la comunidad está muy impresionada por el suceso.

«No sabemos quienes son los criminales, excepto que reivindicaron pertenecer a un grupo hindú», añadió.

«No estamos asustadas, puesto que hemos dedicado nuestras vidas al servicio de los pobres y necesitados», puntualizó.

La religiosa, también coordinadota archidiocesana de Bombay para el ministerio de prisiones, estaba de regreso a Ambernath desde Kerala; confirmó que había presentado una denuncia por amenazas, profanación de la cruz y daños a la propiedad privada en la comisaría de policía de Ambernath contra personas sin identificar.

Añade que la policía ha prometido vigilar por la noche para prevenir cualquier incidente.

«Hace dos años el padre Oscar Mendonca, párroco de la iglesia de San Juan Bautista en Thane, fue gravemente atacado y la policía había prometido seguridad a nuestros sacerdotes y religiosas», recuerda D’souza. Confirma que ha escrito al gobernador de Maharashtra y al ministro en jefe para que intervengan a fin de proporcionar protección y seguridad a la comunidad en minoría.

Las carmelitas teresianas atienden tres casas para ancianos en Bombay; comenzaron su labor con la cuarta en Ambernath en 2001. Con 1.400 miembros en varios Estados, Alemania, Italia y países africanos, es la primera congregación femenina nativa india fundada en 1866 en Koonammavu, en la archidiócesis de Kerala.

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ZENIT Staff

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