El cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, envió un breve mensaje en nombre del Papa al Congreso nacional italiano sobre salud en la cárcel, promovido por el Departamento de la Administración Penitenciaria de ese país para «afirmar el deber de respetar la dignidad humana del individuo que ha violado la ley para que siga sintiéndose parte de la sociedad y comprometido a reintegrarse en ella».
En el marco del Congreso, celebrado este miércoles en Roma, el Departamento publicó un informe sobre la salud en las cárceles italianas en el que se revela que en 2005, en las 207 del país, había 59.523 personas, de las cuales 2.804 son mujeres, y 19.836 (el 33,3%), ciudadanos de países que no pertenecen a la Unión Europea.
Por lo que se refiere a las condiciones de salud, entre los encarcelados hay 16.179 toxicómanos, (el 27,4%), mientras que 11.800 (el 19,83%) sufren patologías del sistema nervioso o trastornos mentales.
Está aumentando el número de suicidios: 57 personas se quitaron la vida el año pasado en las cárceles italianas, cinco más que en 2004.