CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 22 marzo 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha renunciado al título de «patriarca de Occidente», de significado histórico poco claro, pues en el contexto actual se ha hecho obsoleto, aclara un comunicado emitido por la Santa Sede este miércoles.
La nota, emitida por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, concluye aclarando que con esta renuncia el Papa espera promover el dialogo ecuménico.
La noticia de la cancelación del título de «patriarca de Occidente» en el «Anuario Pontificio 2006» fue publicada el 19 de febrero por el decano de los vaticanistas Arcangelo Paglialunga en el «Gazzetino di Venezia».
Posteriormente recibió comentarios que, según explica el Consejo vaticano presidido por el cardenal Walter Kasper, exigen «una aclaración». El obispo Hilarion de Viena y Austria, representante de la Iglesia ortodoxa rusa ante las instituciones europeas, había pedido en un mensaje enviado a Zenit una aclaración por parte de esa institución vaticana.
La nota explica que el título de «patriarca de Occidente» fue introducido en Oriente, en el ámbito del sistema eclesiástico imperial de Justiniano (527-565), junto a los cuatro patriarcados orientales (Constantinopla, Alejandría, Antioquía y Jerusalén).
Sin embargo, añade, en Roma este apelativo no era utilizado, privilegiando «la idea de las tres sedes episcopales de Pedro: Roma, Alejandría y Antioquía».
Sin usar el titulo de «patriarca de Occidente», «el IV Concilio de Constantinopla (869-870), el IV Concilio de Letrán (1215) y el Concilio de Florencia (1439), presentaron al Papa come primero de los cinco patriarcas de entonces», indica el documento.
El titulo de «patriarca de Occidente» fue utilizado en el año 642 por el Papa Teodoro I. A continuación sólo volvió a aparecer en raras ocasiones y no tuvo un significado claro.
Su uso se hizo común, añade el texto, los siglos barrocos XVI y XVII, «en el marco de la multiplicación de títulos del Papa. En el «Anuario Pontificio» apareció por primera vez en 1863».
En realidad, indica la nota aclaratoria, hoy día el término «Occidente» en el contexto cultural actual se extiende desde los Estados Unidos a Australia y Nueva Zelanda.
Por otra parte, tampoco se aplica a la organización de la Iglesia católica, que con el Concilio Vaticano II, halló para la Iglesia latina en la forma de las Conferencias Episcopales y de sus reuniones internacionales de Conferencias Episcopales, «el ordenamiento canónico adecuado para las necesidades actuales».
Por tanto, indica el documento, «el titulo de «patriarca de Occidente», que desde el inicio era poco claro, con el desarrollo de la historia se hizo obsoleto y prácticamente imposible de utilizar».
El texto recalca que «abandonar el título de «patriarca de Occidente» no cambia claramente nada con respecto al reconocimiento, declarado tan solemnemente por el Concilio Vaticano II, de las antiguas Iglesias patriarcales».
Por el contrario, concluye, «la renuncia a este titulo quiere expresar un realismo histórico y teológico y, al mismo tiempo, quiere ser la renuncia a una pretensión, renuncia que podría ayudar al dialogo ecuménico».