MÉXICO, lunes, 21 agosto 2006 (ZENIT.org-El Observador).- La Arquidiócesis Primada de México lamentó ayer los acontecimientos ocurridos por la mañana en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, cuando un grupo de personas entraron por la fuerza en el interior del templo con una intención muy distinta a la de participar en la celebración eucarística, que presidía el cardenal Norberto Rivera.

Las personas que irrumpieron en la celebración eucarística eran simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda que según los primeros resultados oficiales no ha logrado vencer las pasadas elecciones presidenciales de México. Este es el segundo domingo consecutivo que irrumpen en la Catedral Metropolitana, mientras se celebra la misa del mediodía.

Mediante un comunicado --firmado por el sacerdote Hugo Valdemar Romero, portavoz de la Arquidiócesis-- se deja en claro que «la Iglesia Católica se siente lastimada y ofendida por la egoísta actitud de esas personas que, sin respetar el sentimiento religioso de los católicos que viven en México, ignoran que Jesús santificó a Su Iglesia señalando “Mi Casa es casa de oración”».

«La Arquidiócesis de México subraya el comunicado, ha sufrido una agresión, por la incomprensible actitud de las personas que interponen sus intereses al respeto que merece la Catedral, que es un templo consagrado a Dios y, por la intención de algunos provocadores que pretenden gritar en el interior del tempo y exigir allí sus demandas políticas durante el momento más sagrado de la cristiandad, que es el la Celebración Eucarística».

Los simpatizantes de López Obrador han extendido su protesta a todos los rincones de la capital del país, han bloqueado --de manera permanente-- la principal Avenida de la capital y exigen que se anulen las elecciones, que se vuelvan a contar los votos del 2 de julio y que la Iglesia intervenga ante lo que ellos han calificado como un «fraude electoral».

Por su parte, el vocero de la Arquidiócesis señaló que «el cardenal Norberto Rivera Carrera y la Arquidiócesis de México han permanecido en estricta neutralidad durante el proceso postelectoral e incluso, han defendido el derecho que tienen los partidos políticos de manifestar sus opiniones e inconformidades, en los lugares adecuados para ello, de modo que pide que se respete los recintos que son sagrados para los católicos».

Este domingo, el cardenal Norberto Rivera decidió cancelar la entrevista que tradicionalmente concede a los representantes de los medios de comunicación, "para no polarizar más con su opinión, el de por sí tenso ambiente que prevalecía, ante una actitud que era obvia para todos los asistentes", confirmó el comunicado.

La Arquidiócesis de México aseguró a los fieles que no suspenderá sus ceremonias litúrgicas, «porque es misión de la Iglesia dar culto a Dios y alimentar a su pueblo con la palabra del Señor y la Eucaristía».

El comunicado concluyó invitando «a católicos y no católicos a que reflexionen sobre la necesidad de respetar las celebraciones litúrgicas que son de orden estrictamente espiritual y en las que no se puede inmiscuir las ideologías y manifestaciones políticas».