CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 24 agosto 2006 (ZENIT.org).- La auténtica riqueza del turismo consiste en ponernos en relación con otras personas, constata un mensaje vaticano escrito con motivo del próximo Día Mundial del Turismo, que se celebrará el 27 de septiembre.
El Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes comenta con esta misiva el tema escogido para esta ocasión por la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo: «El turismo es riqueza».
El mensaje constata que el «el contacto con el otro», promovido por el turismo, «lleva a descubrir su “secreto”, a abrirse a él para acoger y contribuir a un mayor conocimiento de cada uno».
«Es un proceso prolongado, que busca formar sociedades y culturas, haciendo que sean cada vez más reflejo de los multiformes dones de Dios a los hombres», añade el texto, firmado por el cardenal Renato Raffaele Cardinale Martino, y por el arzobispo Agostino Marchetto, presidente y secretario respectivamente del Consejo Pontificio para la Pastora de los Emigrantes e Itinerantes.
En este senido, reconoce, el turismo es riqueza «precisamente en la medida en que nos ayuda a relativizar los sistemas llamados “ricos” y nos abre a la percepción de otras formas de “ser ricos”».
«Nadie es copia, todos somos piezas únicas y no el resultado de la clonación: somos la expresión de la vida de Otro que es la Vida», constata la misiva. «Todos llevamos la marca del misterio y cada uno está marcado por el deseo de Absoluto, marca de fabricación que indica que Dios nos ha hecho a su imagen y semejanza».
«Y el viaje, el encuentro con los demás lugares y culturas, se presenta de este modo como una nueva mañana, una riqueza ofrecida en el rostro de cada hermano y hermana, don permanente y perenne de Dios, que se hace peregrino y que visita a cada uno con el rostro de su Hijo bendito», concluye.