MÉXICO, martes, 3 octubre 2006 (ZENIT.org–El Observador).- El corazón católico de América Latina palpitó en el Congreso Continental de Pastoral Mariana, organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), como preparación para la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe que se celebrará en mayo de 2007 en Aparecida, Brasil, con la participación de Benedicto XVI.
El Encuentro, que se extendió desde el martes 26 de septiembre al 1 de octubre, fue complementado por un Encuentro Teológico Pastoral con la participación de destacados conferencistas, sacerdotes y obispos del continente, que abordaron las perspectivas de la teología y el dogma marianos, la espiritualidad y la pedagogía pastoral sobre María, así como la búsqueda del discernimiento de las orientaciones pastorales para la rica piedad mariana de los países de la zona.
Entre las conferencias del Encuentro destacaron «María, Madre y Modelo, formadora de los discípulos y misioneros de Jesucristo», del padre Stefano De Flores; «El principio mariano, clave de nuestra pastoral», del padre Joaquín Allende Luco, así como «María en el arte latinoamericano» de Pedro Gjurinovic y «Orientaciones pastorales para iluminar e impulsar la pastoral mariana», del padre Francesco Petrillo.
Durante la Vigilia de oración y manifestación cultural mariana, llevada a cabo en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, el cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, presidente de Celam y arzobispo de Santiago de Chile, elevó la Oración por la Quinta Conferencia del CELAM y la consagración de éste a la Virgen María como «Estrella de la Nueva Evangelización» que requieren América Latina y el mundo.
Antes, durante la inauguración de los trabajos del Encuentro, monseñor Errázuriz Ossa destacó que la V Conferencia del CELAM se efectuará por vez primera en el interior de un santuario de la Virgen María, de Nuestra Señora de Aparecida en Brasil.
Sobre esta importante cita del continente en el que vive el 43 por ciento de los católicos del mundo, el arzobispo Errázuriz Ossa indicó que «el espíritu de fe y amor a la Virgen que alienta a los peregrinos, nos acompañará en todos nuestros trabajos».
«Con frecuencia celebraremos la Eucaristía con los peregrinos –anunció–. Una y otra vez el santuario nos evocará la cultura de nuestros pueblos, sellada por el amor a la Virgen, y la vida de Nuestra Señora, la primera discípula y misionera de Jesucristo, y su misión de formar discípulos y misioneros suyos en toda América Latina y el Caribe, para que nuestros pueblos en Él tengan vida», concluyó el cardenal Errázuriz Ossa.
