Dirigiéndose al final de la audiencia a los jóvenes, que se encontraban entre los cuarenta mil peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, les propuso tener en cuenta su «luminoso ejemplo» para «proyectar vuestro futuro en plena fidelidad al Evangelio»
Dirigiéndose a los enfermos, algunos de ellos en silla de ruedas, les deseó que Francisco les ayude «a afrontar el sufrimiento con valentía, encontrando en Cristo crucificado luz y consuelo».
Por último deseó que el santo lleve a los recién casados «a un amor cada vez más generoso».
San Francisco de Asís (1182-1226), fundador de los franciscanos, patrono de Italia, fue canonizado en 1227, un año después de su muerte.