BRASILIA, miércoles, 18 octubre 2006 (ZENIT.org).- Según el secretario general de la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB), el segundo turno de las elecciones presidenciales en el país (y también en algunos estados para el cargo de gobernador) es el momento en el que «los electores quieren tener razones convincentes para valorizar su voto».
Monseñor Odilo Pedro Scherer, obispo auxiliar de São Paulo, afirma que, en las pocas semanas que preparan el segundo turno de las elecciones, Brasil ya «no necesita tanto discursos para convencer a los electores sobre quién no debe ser votado».
En la segunda vuelta electoral, se presentan como candidatos a la presidencia el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva y Geraldo Alckmin. El voto tendrá lugar el 29 de octubre.
Los electores «quieren saber quién tiene las mejores propuestas para ayudar a Brasil a avanzar en algunas cuestiones cruciales para su presente y su futuro», subraya el obispo en un artículo.
«¿Que se hará para crear empleos y oportunidades de trabajo? ¿Cuál será la orientación de la política económica del Gobierno? ¿Cómo se pretende afrontar la sujeción del país al mercado financiero y a las políticas proteccionistas del comercio internacional?», se pregunta.
«¿Con qué medidas será promovida una distribución real de la renta, para disminuir la distancia abisal entre ricos y pobres en Brasil? ¿Qué políticas sociales se promoverán para que las masas pobres no reciban apenas las migajas de pan sino que tengan acceso pleno al banquete del bien común?», prosigue el obispo auxiliar de São Paulo.
Según monseñor Odilo Scherer, un gobierno no puede preocuparse sólo del desarrollo económico. «Si pierde de vista a la persona humana y su dignidad, acabará cegado por la lógica de los números y la búsqueda de la eficacia cuantificable».
«Por eso mismo, los electores también desean saber cuál será la orientación del futuro gobierno em relación com las cuestiones fundamentales del derecho a la vida, también de aquellos seres humanos que todavía no han nacido», subraya el obispo.
«Y de aquellos que se encuentran vulnerables por enfermedad o vejez? ¿Con qué políticas públicas será amparada y promovida la familia, tan fundamental para la persona humana, para la sociedad y el propio Estado?, pregunta
Según el secretario general de la CNBB, «Brasil tiene voluntad de crecer, no sólo económicamente. Quiere crecer en autoestima y en solidaridad social».
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