Al final del acostumbrado encuentro dominical con los peregrinos, el pontífice saludó a los mil doscientos millones de creyentes en el islam que están concluyendo el noveno mes del calendario musulmán dedicado a la oración y al ayuno diario desde la salida hasta la puesta del sol.
«Con alegría envío un cordial saludo a los musulmanes de todo el mundo, que en estos días celebran el final del mes de ayuno del Ramadán», les dijo el Papa, y añadió: «¡A todos les deseo serenidad y paz!».
Estas palabras resuenan después de que este viernes el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, presentara a la prensa el mensaje que ha escrito con este motivo con el tema: «Cristianos y musulmanes: en diálogo confiado para afrontar juntos los desafíos de nuestro mundo».
Este saludo del Papa, que pronunció tras rezar el Ángelus junto a unos 30.000 peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, y el mensaje vaticano quieren confirmar el compromiso a favor del diálogo, «más necesario que nunca» –así dice el mensaje–, tras las polémicas surgidas por interpretaciones del discurso que pronunció en Ratisbona el 12 de septiembre.