CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 30 octubre 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI impulsó con decisión este lunes el diálogo con la Iglesia Ortodoxa de Grecia al recibir en audiencia a los obispos católicos de ese país que cumplían con la quinquenal visita «ad limina Apostolorum».
En Grecia, país de más de diez millones de habitantes, el 99 por ciento de la población es ortodoxa; los católicos son el 0,55%, aunque su número está aumentando decididamente a causa de la inmigración.
«¡En todos es grande el deseo de participar juntos en el único altar en el que se ofrece bajo los velos del Sacramento el único Sacrificio de Cristo!», reconoció el Papa al afrontar las relaciones con los ortodoxos.
«Queremos intensificar la oración para que llegue cuanto antes el día bendito en el que podamos partir juntos el Pan y beber juntos en el mismo Cáliz en el que se ha depositado el precio de nuestra salvación», añadió.
En este contexto, el Papa deseó «que se abran siempre mayores perspectivas de un diálogo constructivo entre la Iglesia ortodoxa de Grecia y la Iglesia católica y que se multipliquen las iniciativas comunes de orden espiritual, cultural y práctico».
El obispo de Roma envió su saludo a Su Beatitud el arzobispo Christodoulos de Atenas y de toda la Grecia, «pidiendo al Señor que apoye la visión de amplias miras y la prudencia en el cumplimiento del arduo servicio que le confío el Señor».
Las relaciones entre la Iglesia ortodoxa griega y la Santa Sede han recibido un impulso inesperado desde que Juan Pablo II visitó Grecia en mayo de 2001 y fue recibido por Su Beatitud Christodoulos, según ha reconocido públicamente en varias ocasiones el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
El compromiso por presentar las raíces cristianas de Europa ante los grupos ideológicos que han pretendido negarlas en estos últimos años, ha sido uno de los motivos que han favorecido este diálogo entre las Iglesias de Atenas y Roma.
Tras saludar también al Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa de Grecia, el Papa pidió a los obispos católicos ofrecer su «eficaz colaboración al Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y los miembros del colegio episcopal de la Iglesia ortodoxa para favorecer ulteriores progresos en el camino de la suspirada unidad plena».