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Oct 25, 2006 00:00
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BARDEJOV, miércoles, 25 octubre 2006 (ZENIT.org).- El pasado 21 de octubre, fue inaugurado y bendecido el Centro Educativo Don Bosco, obra situada en la zona periférica de la ciudad de Bardejov, Eslovaquia, según informa la Agencia de Noticias Salesiana (ANS).
En el mismo lugar, ya actuaba desde 1991 una misión salesiana entre los gitanos, etnia que cuenta con 1.500 habitantes sólo en esta ciudad y 300.000 en toda Eslovaquia.
El centro comprende una escuela elemental y una guardería dedicados al beato Zeferino Giménez Malla, más conocido como «El Pelé», mártir en España en 1936 y el primer miembro de la etnia gitana beatificado.
El centro cuenta también con una iglesia, igualmente dedicada al beato Zeferino, así como el oratorio santo Domingo Savio y una sección externa de la Universidad de Santa Isabel.
En la inauguración, caracterizada por el ambiente festivo típico de los zíngaros, participaron monseñor Bernard Bover, obispo auxiliar de Kosice y encargado de la pastoral entre la etnia gitana, Vaclav Klement, consejero salesiano de la región Asia Este-Oceanía, presente en Eslovaquia para la visita extraordinaria, Stefan Turansky, inspector salesiano, el doctor Dusan Caplovic, viceprimer ministro de Eslovaquia, el doctor Boris Hanuscak, alcalde de Bardejov, y el doctor Jan Figel, comisario de Eslovaquia ante la Unión Europea.
La misión entre los gitanos fue iniciada por el sacerdote Peter Besany en 1990.
La etnia gitana está especialmente discriminada en Eslovaquia, según denunció el «European Roma Rights Center» (ERRC) en un informe enviado a la ONU.
Los gitanos se encuentran encerrados en un círculo de discriminación en muchos aspectos de la vida social, económica y cultural. Este círculo sin salida empieza por el hecho de que muchos de los gitanos de Eslovaquia no tienen derecho a votar en unas elecciones ya que carecen de documentación de identidad o residencia.
Otro punto que el ERRC destacó ante la ONU era que el país contaba con una buena legislación para luchar contra la discriminación pero que no se aplicaba y que los gitanos eran víctimas de la segregación educativa, en primer lugar, y de discriminación laboral, de vivienda y del sistema sanitario.