SANTA CRUZ DE LA SIERRA, lunes, 27 noviembre 2006 (ZENIT.org).- El cardenal Julio Terrazas, presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia y arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, en su homilía de la misa dominical celebrada este domingo en la catedral de Santa Cruz, hizo un llamamiento a la conciliación y al diálogo entre los bolivianos ante el clima conflictivo que vive el país.
«El Señor nos pide que instauremos la paz, es un grito de Paz que no es invento de un grupo de personas, sino es el canto de los ángeles durante el tiempo de navidad ¡Paz en la tierra! Sólo escuchando este grito de Paz se puede poner fin a tanto discurso disgregador y empezar a vivir en libertad. ¡Que esta libertad sea para vivir y no para esclavizar!», dijo el cardenal Terrazas.
«El Reino de Dios que los cristianos estamos llamados a instituir no tiene odios, ni es un reino de muertos donde se quita la vida a las personas que no piensan como nosotros. Este Reino de Dios, no es un reino de aplausos a discursos vacíos, con medias verdades y que no busca la Verdad», añadió el presidente de la Conferencia Episcopal boliviana.
Durante la celebración de la Fiesta de Cristo Rey, el cardenal Terrazas hizo un vehemente llamamiento a la búsqueda del diálogo y al desarme de posturas intransigentes en el difícil contexto social de Bolivia. Hizo un llamamiento a la Paz y reflexionó sobre la pérdida del valor de la vida en guerras tan injustas como la de Irak, calificándola como el mensaje más inhumano basado en medias verdades.
Indicando que reinar es gobernar, el cardenal Terrazas enlazó su reflexión con los problemas que vive el país, la movilización de grupos indígenas y la confrontación entre el gobierno del presidente Evo Morales y varios sectores. «El reinado que no tiene como base la verdad es un reinado de artificio, de odios, de intrigas, es un reinado que no respeta a la persona, se utiliza a los seres, a los pobres y los que no son pobres, se los utiliza para que aprendan unas verdades a medias o unas mentiras que las han convertido en dogmas en algunos labios. Todo hombre que está de parte de la verdad escucha a Dios, no se deja llevar por las zalamerías, por los discursos tontos e inútiles, sin sabiduría, sin justicia y sin paz», afirmó.
El Primado boliviano denunció, a la luz del Evangelio, la difícil situación social que se ha creado en Bolivia debido a la posición intransigente del Gobierno y los partidos opositores; ambos sectores polarizados por temas como el sistema de votación por 2/3 para la asamblea constituyente.
A la oposición, que se encuentra desde hace varios días en huelga de hambre, le recordó que ésta es una medida que no llevará a una solución, pues son el escenario de la vida y el diálogo los espacios para encontrar solución. «Hermanos y hermanas que han tomado esta medida los invito a volver al escenario de la vida, los queremos llenos de vitalidad, porque los cadáveres no solucionan el problema, y ya hay demasiados cadáveres ambulantes que buscan un poco de luz. Hermoso gesto harían si renunciaran a esa medida de presión y caminaran buscando el diálogo, agotando el diálogo, aun sabiendo que esto es difícil y muchas veces engañan», les dijo.
Dirigiéndose a los gobernantes les recordó que ellos están llamados al servicio y que deben despojarse de discursos vacíos que llaman al revanchismo y a la violencia. «No pueden recurrir a un fácil discurso y decir, este no es de los nuestros o esos ya comieron demasiado. Esa forma burlesca de tratar la vida del país nos está llevando al precipicio de la desesperación y a no volver a encontrarnos más, todos tenemos que defender la vida, desde el señor presidente hasta el último corregidor», en alusión directa a las palabras del presidente Morales en Santa Cruz, a propósito de la huelga de hambre.
