Así lo ha confirmado el subdirector de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini, después de que se hiciera público el nombramiento del cardenal brasileño Cláudio Hummes como nuevo prefecto de la Congregación para el Clero.

Juan Pablo II nombró el 13 de abril del año 2000 al cardenal Castrillón como presidente de esta Comisión «con la tarea de colaborar con los obispos, con los dicasterios de la Curia Romana y con los ambientes interesados, para facilitar la plena comunión eclesial de los sacerdotes, seminaristas, comunidades, religiosos o religiosas, que hasta ahora estaban ligados de distintas formas a la Fraternidad fundada por le arzobispo Marcel Lefebvre y que deseen permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia católica».

La labor del cardenal Castrillón fue decisiva para superarse, en enero de 2002, el cisma de la Fraternidad de San Juan María Vianney, un grupo tradicionalista brasileño cercano a las posiciones del arzobispo Lefebvre.

Al ser acogidos en la Iglesia católica, los sacerdotes de la Fraternidad pasaron a formar la Administración Apostólica San Juan María Vianney, una forma de circunscripción eclesiástica, que depende directamente del Papa.

En septiembre pasado, la labor del cardenal favoreció la creación en Francia del Instituto del Buen Pastor, del que forman parte sacerdotes y seminaristas que han dejado la Fraternidad de San Pío X y que han querido regresar a la comunión plena con Roma.