ANKARA, martes, 28 noviembre 2006 (ZENIT.org).- El Vaticano no tiene poder político para influir en la entrada de Turquía en la Unión Europea, aclaró el portavoz de la Santa Sede este martes.
«La Santa Sede no tiene el poder ni la tarea política específica de intervenir sobre el punto preciso de la entrada de Turquía en la Unión Europea. No le compete, aclaró el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa vaticana.
«Sin embargo –añadió– ve positivamente y alienta el camino de diálogo y de acercamiento a Europa en virtud de valores y principios comunes».
«En este sentido el Papa expresó su aprecio por la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones promovida por el primer ministro Recep Tayiip Erdogan», declaró el padre Lombardi.