SANTA CRUZ DE LA SIERRA, miércoles, 23 abril 2008 (ZENIT.org).- En su homilía dominical, el pasado día 20 de abril, el cardenal Julio Terrazas, presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, recordó que la Iglesia es servidora del pueblo llevando el anuncio de la Buena Nueva y afirmó que la Iglesia sigue participando en el proceso de diálogo.
El cardenal Terrazas dijo, con relación al tema del diálogo, que el proceso continúa y que a pesar de las palabras dichas que expresan lo contrario y aunque se haga a un lado a la Iglesia, ella continuará con su misión colaborando desde la fe a construir una sociedad donde se respeta la dignidad humana.
El purpurado boliviano comentó también el viaje de Benedicto XVI a Estados Unidos. «Ha llegado con todo respeto, con toda amistad, con todo cariño, para reanimar a los fieles que viven allí, para decirles palabras de esperanza, para recordarles que Cristo es el centro de todo, que si estamos con el Señor podemos resolver muchísimas dificultades, podemos resolver nuestros errores», subrayó.
«Sólo en Cristo tenemos la fuerza para comprender al hermano que está en el error y para pedir perdón cuando cometemos errores, y ahí está el Santo Padre, se ha reunido con la mayor parte de la representación del pueblo de Dios, ha hablado de los derechos humanos, ha hablado de la defensa de la vida, ha hablado de la reconciliación, ha hablado de los problemas que afligen, sobre todo la migración, que afligen no sólo a América, sino a muchos países que tienen allá a tantos de sus hijos y ha hablado con todo respeto», añadió.
El cardenal Terrazas se refirió también al reciente conflicto de Camiri. El conflicto ya solucionado se originó cuando la población paralizó la ciudad y cerró las válvulas de la empresa Transredes, demandando que la explotación petrolera y gasífera se traduzca en más empleos y el desarrollo de la región. El cardenal resaltó y alabó «el testimonio que ha dado el señor obispo de Camiri, con los sacerdotes de allá, trabajando para que haya paz, concordia allí en medio de sus fieles, para que no se impongan las fuerzas de uno o de otro lado, para que se haga la verdad, para que se descubra realmente los lugares del mal para poder corregirlos, pero con los métodos del Señor, con la metodología del Señor que el amor».
«Yo le agradezco a mi hermano obispo por haber sido capaz, en medio de tanto bullicio, de tanta desconfianza mutua, poder sentarlos a la mesa del diálogo y encontrar la solución, que no será una solución definitiva, pero por lo menos ha creado el espacio para seguir buscando las soluciones entre todos».
El cardenal subrayó que, como nos recuerda constantemente Aparecida, «somos una Iglesia servidora, que siempre nos ponemos a disposición de nuestro pueblo, pero, para que se enriquezca con los valores del evangelio, para que medite en estos valores y vea que cuando los tomamos en serio, la vida cambia, no sólo la vida personal, también la vida de la sociedad».
El cardenal Terrazas manifestó que, aunque se diga lo contrario la Iglesia sigue propiciando el diálogo. «Esto del acercamiento --dijo--, esto de facilitar el diálogo está en marcha, anoche mismo he llamado a los colaboradores de La Paz, para preguntar qué pasa, que aquí hay un discurso contrario, y me aseguran que todo está bien».
«Aunque nos coloquen a un lado --concluyó--, nuestra misión es clara y lo hemos dicho siempre: Vamos a seguir hablando de Jesucristo, por que El es el Señor de los Señores, El es el Dios de la vida, es lo que necesita nuestro pueblo y es de lo que estamos orgullosos de profesar, colaborando así desde nuestra fe, a la construcción de una sociedad que se ajusta, de una sociedad en la que no haya tantas dependencias, en una sociedad donde se respete la dignidad humana de todos y cada uno de sus habitantes».
Por Nieves San Martín