MÉXICO, martes, 6 mayo 2008 (ZENIT.org–El Observador).- La Iglesia católica en México ha visto con buenos ojos las recientes reformas migratorias aprobadas por el Congreso del país mediante las cuales en la Ley General de Población se despenaliza la migración ilegal.
Al país ingresan miles de centroamericanos de manera ilegal, para cruzarlo y tener la posibilidad de llegar a los Estados Unidos; empero, son muchas las amenazas y los malos tratos que reciben en México, lo que ha hecho levantar la voz a la propia Iglesia en numerosos foros.
Este pasado fin de semana, en un editorial del órgano informativo oficial de la Arquidiócesis Primada de México, Desde la Fe, se recordó que la militarización de la frontera con Guatemala trabaja en sentido contrario de las reformas.
«La aprobación unánime de diputados y senadores sobre la eliminación de cargos penales a indocumentados que ingresen a México, y la posibilidad de levantar sanciones en contra de las casas de auxilio a migrantes, que solidariamente ayudan a mejorar las condiciones dramáticas en las que se realiza la movilidad humana, es un gran avance humanitario sobre este fenómeno social», subrayó el órgano de comunicación de la arquidiócesis primada de México.
«A pesar de este avance, la realidad migratoria es aún dolorosa y trágica en nuestro país», destacó en el editorial del semanario católico, haciéndose eco de las múltiples denuncias de maltrato y vejaciones que sufren los centroamericanos en su paso hacia el Norte.
Por su parte, un documento entregado al secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, por parte de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), denuncia que durante 2007 se registraron más de 200 violaciones a los derechos humanos de los migrantes, con detenciones arbitrarias e irregulares en 98% de los casos.
El documento advierte del aumento en los casos de secuestro, extorsión y crimen organizado generados en torno a la migración «muchas veces bajo complicidad de autoridades, siendo los niños y las mujeres los más afectados por su grado de vulnerabilidad ante crímenes como la trata de personas, redes de pornografía, comercio sexual, abuso y maltrato», sostiene el citado documento.
En el estudio, la CEM asegura que la criminalización de los migrantes es evidente por la militarización en la frontera sur y en las detenciones y repatriaciones masivas. La denuncia sobre el trato hacia los migrantes llegó también a la Organización de las Naciones Unidas, concretamente, ante el relator especial sobre los Derechos Humanos de los migrantes de la ONU, Jorge Bustamante.
El informe de la CEM, señala que de enero de 2006 a marzo de 2008, diversos grupos han atendido a 114 personas por mutilaciones causadas por el tren y al menos se han encontrado 12 cadáveres entre las fronteras de México con Estados Unidos, Belice y Guatemala.
En el informe de la CEM, concretamente en el apartado «Deportaciones y repatriados» la Iglesia también critica la irregularidad que se suscita durante las repatriaciones de Estados Unidos a México, así como las deportaciones inhumanas desde nuestro país hacia Centroamérica.