La Iglesia en Chile movilizada ante la catástrofe del volcán Caitén

Ha recaudado más de 61 millones de pesos

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SANTIAGO DE CHILE, martes, 20 mayo 2008 (ZENIT.org).- Cuando han pasado dos semanas de la catástrofe provocada por la erupción del volcán Caitén en Chile, la incertidumbre persiste. La Iglesia se ha movilizado recaudando ayuda para los damnificados. 

Las instituciones solidarias de la Iglesia en Chile han recaudado más de 61 millones de pesos para apoyar a la familias damnificadas del sur del país –informa la Conferencia Episcopal de Chile–. Hoy se requiere de un modo especial ayuda en enseres para el hogar. 

La evacuación de urgencia de los habitantes de Chaitén después de la erupción del volcán del mismo nombre, ha generado una situación de incertidumbre e inestabilidad que dificulta un pronóstico por el momento. Se estima que la ayuda para la recuperación de una vida normal para las familias reubicadas requerirá viviendas, puestos de trabajo y todo tipo de soporte para asentarlas en otros lugares geográficos o para el regreso a su lugar de origen.  

Las instituciones solidarias de la Iglesia en Chile trabajan en comunión para ayudar a los damnificados de esta tragedia. En Puerto Montt, Ancud, Osorno y Villarrica hay personal de las Caritas diocesanas acompañando a las familias y en muchas diócesis del país se han organizado centros de acopio para recibir las ayudas materiales que personas de buena voluntad están donando.

La cuenta corriente de Caritas Chile, único medio que la Iglesia Católica nacional ha puesto a disposición para este fin, ha recaudado hasta el momento $ 61.290.483.- (aprox. US$ 131.000 ó €84.000) cantidad que será destinada principalmente a generar fuentes laborales para los damnificados de Chaitén y Futaleufú y en general a iniciativas para contribuir al desarrollo de las familias afectadas.  

Los aportes solidarios en especies, recibidos por Caritas Chile hasta el 13 de mayo, procedentes de los centros de acopio de la ciudad de Santiago, alcanzan las 20 toneladas de las cuales un 90% es ropa y zapatos y el resto alimentos no perecibles y útiles de aseo. Esta ayuda se ha ido despachando en camiones a los lugares en que se encuentran las familias albergadas y allá está siendo distribuida a través de la red nacional de Caritas.  

«La solidaridad nuevamente ha sido enorme -afirma la Conferencia Episcopal–, por lo que hacemos un llamado a quienes aún deseen colaborar que lo hagan aportando enseres para el hogar tales como vajilla, ropa de cama, toallas, útiles de cocina, camas y mobiliario en general».  

Durante estas dos semanas los llamados y mensajes para entregar y sugerir ayuda han sido continuos. Muchas personas, empresas e instituciones se han organizado en auxilio de los damnificados. Un ejemplo a resaltar -subraya la Conferencia Episcopal- «es el que nos dieron los alumnos del Liceo Miguel León Prado, de Santiago, quienes, mostrando una muy buena organización, llegaron a la Bodega de Caritas con su aporte ordenado y clasificado de manera notable, contribuyendo a la optimización de espacios y tiempos que en una emergencia son de suma importancia». 

Por otro lado, añade, «valoramos las iniciativas de alumnos y docentes de muchos colegios y universidades que se han organizado demostrando su generosidad con ayuda material, con proyectos de voluntariado para acompañar y entretener a los menores, o con iniciativas tales como la de los alumnos del Centro Educacional Técnico Profesional CODEDUC de Maipú, quienes han escrito cartas de apoyo a los niños de Chaitén que, junto con las demás ayudas, están siendo distribuidas por la red nacional de Caritas en estos días».  

Caritas Chile agradece las muestras de solidaridad recibidas hasta ahora de manera concreta a través de los canales que han habilitado para ello. Sin embargo, la catástrofe continúa en las familias.  

«Sabemos que 60 millones de pesos pueden parecer una cifra grande -concluye la Conferencia Episcopal–, y sin duda demuestran una campaña exitosa, pero también estamos concientes que esta cantidad puede ser poca a la hora de implementar iniciativas para ayudar a las familias que han perdido sus hogares, su trabajo, sus medios de subsistencia y deberán comenzar su vida desde cero». 

La ayuda económica sigue siendo lo más útil y necesario. La Cuenta Corriente del Banco de Chile Nº 000-00117-01, a nombre de Caritas Chile (R.U.T. 70.020.800-1 para transferencias electrónicas) sigue disponible para canalizar la solidaridad.

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ZENIT Staff

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