TORONTO, martes, 27 mayo 2008 (ZENIT.org).- La Iglesia tiene un mensaje que difundir y el desafío de esta tarea hoy es hacerlo en un mundo "mediático", dice uno de los invitados a la Convención Internacional de Medios Católicos 2008, que se celebra en Toronto.
El padre Thomas Rosica, director de la Fundación de Medios Católicos y Cadenas de Televisión Sal y Luz, añade que la Iglesia necesita estar "en el escenario, usando todos los medios de las comunicaciones sociales modernas para proclamar la palabra de Dios y el mensaje de la Iglesia".
La convención católica internacional de tres días (27-30 de mayo) en Toronto, es acogida por la Asociación de la Prensa Católica de Norteamérica, la Academia Católica de Profesionales de Artes de la Comunicación y la Asociación de Comunicadores Católicos de Canadá.
Su tema es "Proclamadlo desde las azoteas".
En esta entrevista con Zenit, el padre Rosica habla sobre el futuro de los medios católicos y su relación con la prensa laica.
--¿Por qué el tema "Proclamadlo desde las azoteas"?
--Padre Rosica: Hemos elegido como tema de la Convención de Medios Católicos de este año: "Proclamadlo desde las azoteas", inspirado en las Escrituras (Mateo, 10,27) y también por la carta apostólica del Papa Juan Pablo II "El Rápido Desarrollo".
La realidad es que la Iglesia debe ahora hablar a una sociedad "mediática", muy tecnológica. Juan Pablo II dijo que la Iglesia debe estar presente en los nuevos "Areópagos" del mundo, un mundo repleto de tantas filosofías, ideas y fenómenos en competición. La Iglesia tiene que estar en el escenario, usando todos los medios de las comunicaciones sociales modernas para proclamar la palabra de Dios y el mensaje de la Iglesia.
--¿Qué nuevas evoluciones del periodismo católico desea ver subrayadas en esta conferencia? ¿Resultados?
--Padre Rosica: La Convención de Medios Católicos 2008 debe su existencia a una colaboración que es rara en cualquier parte del mundo de las publicaciones. La colaboración ha sido un hecho de vida entre los medios católicos de Toronto durante años. Dos aspectos únicos de la convención de Toronto son cómo podemos fomentar buena colaboración entre todas las entidades de medios católicos y ver nuestro trabajo como parte de la Nueva Evangelización.
El segundo es nuestra preocupación por el futuro, especialmente cómo podemos llegar a la siguiente generación e implicar a adultos jóvenes en la misión de las comunicaciones. Esta semana será una lección intensiva para los periodistas católicos de Norteamérica sobre cómo construir puentes dentro y fuera de la Iglesia mientras aprendemos a contar nuestras historias, como testimoniar la verdad y proclamar nuestro mensaje desde las azoteas.
--El Papa dijo en su mensaje para el Día Mundial de las Comunicaciones que "buscar y presentar la verdad sobre la humanidad es la más alta vocación de la comunicación social". ¿Marca esta visión del papel de las comunicaciones una diferencia fundamental entre periodistas católicos y laicos?
--Padre Rosica: Los comunicadores y periodistas católicos tienen una obligación y misión especial no sólo para servir a la Iglesia sino para enseñar al mundo la búsqueda y el servicio a la verdad.
Los medios laicos pierden su sello cuando la verdad, bondad y dignidad de la persona humana no forma parte de la historia. Como Juan Pablo II -él mismo un experto y maestro en medios- escribió en 2005, en su carta apostólica final de 2005 titulada "El Rápido Desarrollo": "Comunicación tanto dentro de la comunidad eclesial como entre la Iglesia y el mundo requiere apertura y un nuevo enfoque para afrontar cuestiones relativas al mundo de los medios".
"Esta comunicación debe tender hacia un diálogo constructivo tal que promueva una opinión pública correctamente informada y discernidora dentro de la comunidad cristiana. "Los buenos periodistas y comunicadores deben estar preocupados por la verdad, bondad, belleza y esperanza, incluso en las más calamitosas de las circunstancias.
--¿Qué pueden hacer los medios católicos para lograr que el mensaje del Evangelio sea más ampliamente conocido?
--Padre Rosica: He aprendido algunas valiosas lecciones tratando con los medios a lo largo de los años, especialmente durante la aventura de la Jornada Mundial de la Juventud 2002 en Canadá, el sufrimiento y la muerte de Juan Pablo II, y mi trabajo con Sal y Luz Televisión y nuestra colaboración con los medios "laicos".
No debe haber intención en los funcionarios, líderes y miembros de la Iglesia de vilipendiar a los medios, amurallarse y no responder a las constantes llamadas telefónicas de este reportero, este productor o editor. Esta es la naturaleza de la bestia. No las llaman "noticias de alcance" por nada.
Ni sirve a ningún propósito para quienes están en los medios "laicos" ignorar o marginar a la Iglesia y los temas religiosos, tratándolos como asuntos triviales que no merecen reflexión seria. Tenemos que aprender unos de los otros, y tenemos mucho buen trabajo que hacer juntos para servir a la causa de la verdad y la decencia en un mundo que se está haciendo más carente de valor, virtud y significado.
Muchas veces en la Iglesia nuestra historias son no-historias porque han desaparecido elementos clave. En lenguaje bíblico, ¿ en la tierra cómo debemos mover la luz de debajo del celemín sobre el candelero para que todos en la casa puedan verla? ¿Cómo aprendemos la diferencia entre noticias viejas y noticias nuevas con relevancia, una real historia valiosa que contar al mundo?
En la agenda de nuestra convención de 2008 es central el tema de la llamada hostilidad de los medios "laicos" hacia la religión y la Iglesia. ¿Es la hostilidad real o percibida? ¿Qué podemos hacer para construir puentes? La convención ayudará a los trabajadores de los medios de la Iglesia a aprender a contar nuestras historias al mundo, con convicción, con audacia y valentía.
Para más información sobre la Convención: www.catholicmediaconvention.org.
Por Karna Swanson, traducido del inglés por Nieves San Martín