CIUDAD DEL VATICANO/SYDNEY, viernes, 30 mayo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI prevé dos citas multitudinarias con los jóvenes peregrinos que acudirán a Sydney a la Jornada Mundial de la Juventud, una Fiesta de Acogida y la tradicional Vigilia y Misa, y otros cuatro encuentros particulares, entre ellos uno con los voluntarios de la JMJ (http://www.wyd2008.org), según revela el programa oficial hecho público hoy por la Santa Sede.
El Papa se encontrará con los jóvenes en uno de los muelles más importantes del puerto de Sydney, el Bangaroo East Darling Harbour, el jueves 17 de julio, y celebrará la vigilia y la Misa, momento central de la Jornada Mundial, el sábado 19 y domingo 20, en el Hipódromo de Randwick.
Está previsto en el programa un almuerzo con 12 jóvenes procedentes de los cinco continentes, así como un encuentro con jóvenes en situación de marginación y riesgo social.
También están previstos un encuentro ecuménico y uno interreligioso, así como la celebración de una Misa en la catedral de Sydney con los obispos, seminaristas y novicios de las distintas órdenes religiosas.
Gran parte de los actos, exceptuando los grandes encuentros, tendrán lugar en el Palacio de la catedral de St. Mary, lugar en el que el Papa estará alojado durante la Jornada.
Si bien el Papa aterrizará el domingo 13 de julio en el aeropuerto militar de Richmond, durante los tres días siguientes a su llegada no hay previsto ningún acto, ya que están previstos tres días de descanso en una residencia privada, según informaron los organizadores de la Jornada.
Fiesta de acogida en el Puerto
El primer acto público del Papa tendrá lugar el jueves y será la visita, en Sydney, a la Capilla en memoria de la primera beata australiana, Mary MacKillop, la fundadora de las Hermanas de San José. MacKillop, que murió en 1909, fue beatificada en 1995 por Juan Pablo II. Este santuario fue el primer lugar de llegada de la Cruz de la JMJ y del Icono de la Virgen, en preparación de esta Jornada.
Después, el Papa se trasladará a sede del Almirantazgo, donde tendrá un breve encuentro con el Gobernador general de Australia, Mayor General Michael Jeffery, y con el Primer Ministro de Australia, Kevin Rudd. Desde allí se dirigirá, tras una visita a la catedral de St. Mary, al muelle de la bahía Rose, donde embarcará en la nave «Sydney 2000» para dirigirse al Bangaroo East Darling Harbour.
Allí pronunciará su primer discurso a los jóvenes que le esperarán con una fiesta de acogida. Desde el Bangaroo volverá a la catedral de St. Mary.
El viernes 18, el Papa concederá tres audiencias privadas, con la Gobernadora de Nueva Gales del Sur Marie Bashir, con el Presidente de dicha región Morris Iemma, y con el Alcalde de Sydney Clover Moore y sus respectivas familias. Después, tendrá un encuentro ecuménico con representantes de las distintas confesiones cristianas, y otro encuentro con los representantes de las religiones no cristianas.
Entre otros, el Papa se encontrará con cerca de cuarenta representantes de otras religiones cristianas y no cristianas, incluyendo judíos, musulmanes, budistas e hinduistas.
Seguidamente, está previsto un almuerzo con doce jóvenes procedentes de los cinco continentes, en el Salón de Recepciones de la Catedral de St Mary. Después, se celebrará el Vía Crucis en la plaza delante de la catedral. El Papa, que leerá la oración después de la primera Estación, no estará presente en el resto del acto, sino que lo seguirá desde el interior de la catedral.
Al final del día, el Papa tiene previsto encontrarse con un grupo de jóvenes marginados de la comunidad de rehabilitación de la Universidad de Notre Dame de Sydney, en la capilla del Sagrado Corazón de dicha universidad, donde pronunciará un discurso. Este encuentro, según los organizadores, ha sido especialmente querido por el Santo Padre.
Vigilia de Oración
El sábado por la mañana, antes de la gran Vigilia, el Papa celebrará la Misa en la catedral con los obispos australianos, y en ella consagrará el nuevo altar. Después está previsto un almuerzo con los prelados y el séquito papal.
A las 18.30, el Papa saldrá de St. Mary para dirigirse al Hipódromo de Randwick, donde le esperarán los jóvenes peregrinos. Allí el Papa pronunciará el discurso más esperado de la JMJ, sobre el lema que escogió para convocar a los jóvenes: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos».
Tras terminar la Vigilia, el Papa sobrevolará en helicóptero el Hipódromo para saludar a los jóvenes y volverá a la catedral para pasar la noche.
Al día siguiente, está previsto que el Papa llegue en el tradicional «papamóvil» alrededor de las 9 de la mañana para saludar a los jóvenes que habrán pernoctado en el Hipódromo, y allí tendrá lugar la Santa Misa y el Ángelus, donde el Papa tendrá otra de las intervenciones más esperadas, la homilía en la que, como es tradición en estas jornadas, volverá a hablar a los jóvenes sobre el lema del encuentro.
Por la tarde, una vez finalizados los actos propiamente dichos, el Papa se encontrará con los benefactores cuya aportación ha permitido la celebración de la JMJ. Al día siguiente, antes de partir hacia Roma desde el aeropuerto internacional de Sydney, se celebrará un último encuentro, esta vez con los voluntarios de la Jornada, en el Domain.
Según expresó el coordinador de la Jornada Mundial, monseñor Anthony Fischer, «su Santidad tiene una agenda muy apretada en su primera visita a Australia. Él había querido muchos de los encuentros específicos que se han previsto, para conectar con todo el espectro de la juventud australiana y del resto del mundo».
«Nuestra esperanza es que la Jornada Mundial de la Juventud vuelva a inflamar la llama de la fe en todos los jóvenes y que les anime a vivir la fe en amor y paz», añadió.
Por Inmaculada Álvarez