Los jóvenes peregrinos tienen su razones

Un informe revela por qué los chicos y chicas viajaron a Sydney

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SYDNEY, martes, 2 septiembre 2008 (ZENIT.org).- Aunque una semana en Sydney podría resultar atractiva por muchas razones, quienes viajaron con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud buscaban un experiencia espiritual y encontrarse con Benedicto XVI, revela un estudio.

Lo ha puesto de manifiesto «Pilgrim’s Progress 2008», una investigación de la Universidad Católica Australiana, comisionada por la organización de la Jornada Mundial de la Juventud 2008, que compiló las experiencias de los peregrinos de la jornada juvenil antes, durante y después del evento.

Benedicto XVI presidió el evento del 15 al 20 de julio, que convocó a la mayor multitud internacional de la historia de este país. Unas 400.000 personas asistieron a la Misa de clausura en Randwick Racecourse.

Releyendo las 12.275 respuestas de peregrinos de 164 países que participaron en encuestas en la Red, y entrevistas durante y después de la semana del evento, los investigadores buscaron comprender la espiritualidad de los peregrinos.

Otra encuesta en Internet de inscritos en la JMJ está prevista para más adelante en este año.

Los resultados de la encuesta revelan que el 85% de quienes asistieron al evento en Sydney participaban por primera vez en un encuentro de estas características.

Uno de los investigadores que han realizado el estudio, Michael Mason, explica que el informe revela que lo que los peregrinos buscaban más en la semana de actividades y peregrinación era «una experiencia espiritual y en este contexto, ver y escuchar al Santo Padre».

«Dijeron que buscaban una relación cercana con Dios y Jesús, deseaban realmente vivir lo que creen, y experimentar un fuerte sentimiento de lo que significa ser católico», añadió.

Mason informó de que los peregrinos mayores de 20 años mostraron marcadas diferencias respecto a los peregrinos que todavía no han llegado a esta edad.

«El grupo mayor estaba muy centrado en los valores espirituales –dijo–. Hicieron sacrificios para poder tomarse una semana y venir a la Jornada Mundial de la Juventud 2008, de manera que no estaban jugando. Su espiritualidad era muy fuerte y así fue su actitud ante el evento; lo vieron como un tiempo sagrado».

«El grupo más joven se sentía descaradamente atraído por todos los aspectos de la Jornada Mundial de la Juventud 2008 que naturalmente atraen a los jóvenes; les gustaba la aventura, la emoción de formar parte de una enorme multitud joven, viajar a una ciudad espectacular, hacer nuevos amigos, celebrar. Podía ser una oportunidad religiosa, pero tenía una gran cantidad de otros atractivos también».

Mason considera que los factores más motivantes para viajar a Sydney fueron: la compañía de otros amigos, la invitación por parte de otras personas, como padres o profesores, y el contacto personal con alguien que había estado en una jornada juvenil anterior.

También confiesa su sorpresa al ver una «presencia espiritual tan fuerte entre adolescentes en este grupo».

Mason explicó que la investigación previa daba la impresión de que este grupo de edad no estaba implicado en su Iglesia local.

«Sin embargo –asegura–, ese parece ser el caso sólo de cerca de una cuarta parte del grupo más joven».

«Cerca de la mitad [de los adolescentes encuestados] asisten regularmente a la iglesia, tienen una fe sólida y un firme sentimiento de identidad católica».

Traducido del inglés por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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