La resolución invitaba a todos los estados miembros, instituciones, ongs y ciudadanos, a «conmemorar este día de forma apropiada». Numerosas congregaciones ha sido invitadas a reunir a la máxima gente posible para rezar y dialogar juntos sobre la paz y el rechazo de la violencia, de la guerra y de la desigualdad.
La iniciativa parte de Estados Unidos, donde alrededor de 140 congregaciones de diversas confesiones cristianas han organizado reuniones públicas de oración. Cristianos de otros nueve países se unirán en una cadena de oración de 24 horas ininterrumpidas, en Canadá, Samoa, Islas Fidji, Indonesia, Samoa, Nueva Zelanda, Noruega, Tuvalú y Estados Unidos.
El Consejo Ecuménico de las Iglesias (KEK) se ha adherido también a esta Jornada, que desde hace cuatro años se celebra el 21 de septiembre. El KEK pide a sus más de 350 miembros que tomen parte activa en las celebraciones.