JERUSALÉN, martes, 20 enero 2009 (ZENIT.org).- El precario alto el fuego declarado por ambas partes en las últimas horas en la Franja de Gaza está permitiendo a la red Cáritas en la zona reanudar, en unas mínimas condiciones de seguridad, sus labores de ayuda humanitaria a los damnificados que se encuentran en situación más precaria.
De acuerdo con las primeras estimaciones aportadas desde el terreno por Cáritas Jerusalén, al menos una sexta parte de los edificios de Gaza han sido destruidos por los bombardeos israelíes, incluidas viviendas particulares, escuelas y centros de salud, como es el caso de la clínica de Cáritas en Al Maghazi, arrasada por un ataque aéreo el pasado 9 de enero.
Cuatro de cada cinco habitantes de Gaza necesitan ayuda
Las necesidades de los damnificados son ingentes. Cáritas Jerusalén estima que cuatro de cada cinco habitantes de Gaza (un millón y medio de personas) necesitan sin demora algún tipo de ayuda humanitaria procedente del exterior de la Franja. A este estado crítico en lo material se añade el grave impacto psicológico que la acción militar ha supuesto para un número inmenso de familias, que han sufrido la pérdida de algunos de sus seres queridos.
De acuerdo a las prioridades establecidas por Cáritas Jerusalén en su plan de respuesta humanitaria a esta emergencia, los esfuerzos de todo el personal local se dirige, en estos momentos, a proporcionar atención médica y productos de primera necesidad a 4.000 familias (unas 25.000 personas) de las comunidades más vulnerables. En estos momentos, Cáritas mantiene plenamente operativos en Gaza cinco centros médicos de atención primaria y una unidad móvil.
El plan de emergencia lanzado por Cáritas Jerusalén cuenta con un presupuesto de dos millones de dólares, en el que, junto a las acciones señaladas, se contempla también la distribución de material médico de urgencia a cuatro de los hospitales de la Franja más afectados por la carencia de suministros provocada por el bloqueo.