MADRID, miércoles 21 de enero de 2009 (ZENIT.org).- La organización católica de ayuda Cáritas en España ha pedido que los gobiernes reconozcan y analicen las causas del fracaso en la lucha contra el hambre ante la Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria pata Todos (RANSA) que se celebra en Madrid los días 26 y 27 de enero.
Mientras se prepara este encuentro, que pretende dar continuidad al Plan Global de Acción de las Naciones Unidas, Cáritas considera que si en el último año el hambre ha aumentado ésto se debe a la adopción de modelos de desarrollo inadecuados.
La institución de ayuda ha hecho público este miércoles un enviado a ZENIT, que cuenta con el respaldo ademá de las instituciones que adhieren a la campaña «Derecho a la alimentación. Urgente», en el que solicita «a los Gobiernos que asuman con honestidad la incoherencia e ineficacia de las políticas de las últimas décadas y que se comprometan a atajar realmente las crisis alimentaria, ecológica y energética originadas por el actual modelo de desarrollo».
Según la FAO, en 2007 vivían en el mundo 923 millones de personas hambrientas, cifra que aumentó en 2008 hasta alcanzar los 963 millones por ser éste el año en el que se produjo el mayor incremento de los precios de los alimentos.
«Ya nadie se atreve a decir que el hambre es consecuencia de la falta de alimentos -afirma Cáritas junto a los adherentes a la campaña en el comunicado–. El hambre del siglo XXI hunde sus raíces en la discriminación y marginación en la que viven millones de personas y en la supremacía de los intereses comerciales y económicos frente a los derechos humanos».
Por este motivo, ante la Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria, el documento pide: «orientar la lucha contra el hambre desde el enfoque de la realización del derecho humano a la alimentación».
Por otra parte, propone «identificar quiénes son los hambrientos y por qué lo son, así como eliminar las condiciones que generan la vulnerabilidad».
Sugiere «colocar en un lugar central en los programas de desarrollo económico, una agricultura cuya finalidad sea garantizar la seguridad alimentaria».
El documento pide «reformar el sistema de producción de alimentos y asegurar una producción estratégica dirigida a cubrir las necesidades alimenticias de la población, de modo que no esté sometida a las fluctuaciones de los mercados».
La nota sugiere «plantear un cambio de paradigma en cuanto al uso de fuentes de energía que evolucione hacia la cobertura de la demanda a través de fuentes de energía renovables».
Asimismo, considera necesario «reformar la ayuda alimentaria innovando los instrumentos y estrategias así como incorporar nuevas fórmulas en el tratamiento de la desnutrición aguda».
Por último anima a «proteger a los pequeños productores y fomentar el mercado de los productos locales».
«La Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria convocada en Madrid es una oportunidad excelente para demostrar que esta vez va en serio, que la erradicación del hambre es una prioridad para los Gobiernos y que los compromisos se van cumplir», concluyen los promotores de la campaña.
«Derecho a la alimentación. Urgente», de las organizaciones no gubernamentales Prosalus, Cáritas e Ingeniería Sin Fronteras, reivindica la realización efectiva del derecho humano a la alimentación para todos los habitantes del planeta.