MENZINGEN, martes 27 de enero de 2009 (ZENIT.org).- El Superior General de la Fraternidad de San Pío X, monseñor Bernard Fellay, ha hecho público hoy un comunicado en el lamenta las consecuencias de las recientes declaraciones de uno de sus obispos, monseñor Williamson, cuestionando la existencia del Holocausto.
Tanto monseñor Fellay como monseñor Williamson y otros dos prelados habían recibido el levantamiento de la pena de excomunión por parte del Papa, el pasado 24 de enero.
Las declaraciones de monseñor Williamson habían sido rechazadas públicamente por varios obispos, entre ellos el cardenal Jean- Pierre Ricard, miembro de la Comisión Pontificia “Ecclesia Dei”, y por la Conferencia Episcopal Suiza.
En este comunicado, monseñor Fellay afirma que “un obispo católico no puede hablar con autoridad eclesiástica si no es sobre cuestiones que conciernen a la fe y la moral”, y añade que la Fraternidad que él representa “no reivindica autoridad alguna sobre otras cuestiones”.
“Su misión es la propagación y la restauración de la doctrina católica auténtica, expuesta en los dogmas de la fe. Es por este motivo que somos conocidos, aceptados y apreciados en el mundo entero”, añade.
El Superior de la Fraternidad admite que estas declaraciones son “inoportunas” y lamenta “que hayan afectado directamente a nuestra Fraternidad con el fin de desacreditar su misión”.
Por ello, pide perdón “al Soberano Pontífice y a todos los hombres de buena voluntad por las consecuencias dramáticas de este acto”, y afirma haber prohibido a este obispo, “hasta nueva orden, toda toma de posición pública sobre cuestiones políticas o históricas”.