ROMA, lunes, 2 febrero 2009 (ZENIT.org).- Hoy día de la Presentación de Jesús en el Templo, festividad en que se celebra a la Vida Consagrada en la Iglesia, se conoce la sugerencia de un grupo de religiosos a las comunidades que tienen sede internacional en Roma. Una original propuesta para vivir la Cuaresma 2009 y evaluarla al llegar la Pascua.
La CJIP, Comisión Justicia, Paz e Integridad de la Creación (http://www.ofm-jpic.org/index_es.html) y el Grupo de Trabajo para la Justicia Económica, hacen un llamamiento a todos los religiosos y en especial a los responsables de las sedes generalicias, miembros de la Unión de Superiores Generales (USG/UISG) en Roma, a que consideren adquirir lo que produce Fairtrade/Comercio Justo durante la Cuaresma de 2009, como una forma concreta de expresar la solidaridad con los más desheredados.
La Campaña de Solidaridad Cuaresma de 2009, bajo el lema «Dando fuerza al pobre en el mundo desarrollado», es impulsada por la CJIP de los franciscanos y el Grupo de Trabajo Justicia Económica integrado por religiosos de distintas órdenes y congregaciones.
Por medio de un folleto (http://jpicformation.wikispaces.com/espanol), la CJIP y el Grupo de Trabajo, pretenden informar a los generalatos en Roma sobre el movimiento Fairtrade/Comercio Justo, dando algunos ejemplos de lo que los religiosos en distintos lugares del mundo están haciendo, así como algunos consejos prácticos.
En su llamamiento, afirman que «las prácticas justas de comercio pueden ser un catalizador que vaya dando forma a un estilo alternativo de globalización, que valorice la solidaridad y promueva relaciones más equitativas. Esto es algo urgente a la luz de desigualdades inaceptables: El 22% de la población más rica posee el 82% de la riqueza global; además, entre 1960 y 1988, la diferencia en el porcentaje entre los 20% más ricos y el 20% más pobres subió de 3:1 a 78:1».
«A partir de una visión financiera y un compromiso basado en los valores del Evangelio –añaden- pueden surgir nuevas relaciones económicas, retando a los religiosos y religiosas a que hagan sus elecciones como consumidores, a partir de una conciencia crítica, con base en la realidad política, económica y social».
Por ello invitan a los responsables de la administración y compras de esas órdenes y congregaciones a hacer sus compras en establecimientos de Comercio Justo, facilitando sus direcciones en Roma. En el folleto se ofrecen también historias exitosas de implicación de religiosos en este comercio justo.
En Latinoamérica, el primer foro de Fairtrade/Comercio Justo tuvo lugar en Perú, en la Universidad Salesiana, en 2004, con unos 200 granjeros y artesanos, y representantes de gobiernos y ONG de toda América Latina. Tras la reunión, se propuso establecer una coordinación continental para el movimiento Fairtrade/Comercio Justo. La información de este trabajo puede verse en: http://asociacion.ciap.org/?lang=es
Hace algunos años en Irlanda, un fraile franciscano empezó a hacer visitas personales a representantes de grupos importantes, organizaciones, Iglesias, centros educativos, asociaciones de negocios, antes de convocarlos a una reunión pública.
Toda la asamblea fue invitada a trabajar juntos para convertirse en una «comunidad Fairtrade/Comercio Justo». Surgieron siete voluntarios para trabajar por un año. Hubo una creciente demanda de parte de los supermercados del vecindario, que colocaron productos de Fairtrade/Comercio Justo. Los niños convencieron a sus padres a que participaran en el proyecto. Otras poblaciones de la región se involucraron, de modo que la Diócesis espera convertirse en la primera Diócesis Fairtrade/Comercio Justo del país.
Según lo promotores de la Campaña Cuaresma 2009, «con sólo decidirse a beber una taza de café o te de Fairtrade en esta Cuaresma en su Casa General, podrá hacerse algo importante para la vida de los pobres».
«Muchos de nosotros –añaden– estamos alarmados por el nivel de pobreza y de exclusión en el mundo. Al tomar una decisión relativamente simple bebiendo o comiendo un producto que garantice un precio justo para una persona pobre, está dando un viraje en contra de la pobreza, conduciendo al mundo hacia una situación más justa y equitativa. Está haciendo uso de su poder de compra como un instrumento para inclinar la balanza a favor de los pobres. Este testimonio podría alentar a otros hermanos o hermanas por todo el mundo a hacer algo similar, y juntos podremos tener otras muchas historias exitosas que platicar».
Y ofrecen una serie de sugerencias a quienes se decidan a participar personalmente. Por ejemplo, hablar con los miembros de la comunidad local y/o con la persona responsable de la compra de productos alimenticios para la casa general. Buscar comprometerse a comprar al menos un producto Comercio Justo durante el periodo de la Cuaresma».
Otra sugerencia es buscar información acerca de Fairtrade/Comercio Justo, dado que hay gran cantidad de material disponible en la red mundial de internet.
También pueden «ampliar el reto hacia otros miembros de su congregación, especialmente en los de los países desarrollados».
Y, por último, en Pascua, «evalúen la experiencia y su impacto en la comunidad local».
Por Nieves San Martín