MADRID, domingo, 1 marzo 2009 (ZENIT.org).- La editorial española Promoción Popular Cristiana (PPC), en su revista mensual «Imágenes de la Fe», dedica un monográfico a la sierva de Dios María Josefa Segovia.
La publicación tiene lugar en preparación del 29 de marzo, aniversario del nacimiento a la vida eterna de la primera directora de la Institución Teresiana, fiel e insustituible colaboradora del santo fundador Pedro Poveda.
En torno a su reciente cincuentenario numerosas iniciativas en todo el mundo han celebrado la figura profética de esta mujer que abrió caminos nuevos al laicado, en los campos sobre todo de la ciencia, la cultura, la espiritualidad y la educación.
El director de «Imágenes de la fe», Juan Rubio, le dedica un editorial titulado «Sólo quien ama vuela».
«Cada tiempo tiene en algunos de sus hombres y mujeres la expresión de lo mejor que ha sido. Las obras culturales, las instituciones, las hazañas de todo género, fruto de su genio y de su esfuerzo, son los materiales con que se construye la Historia. Pero más allá de sus obras, siempre están sus propias vidas. El secreto de las vidas que se hacen profecía está en lo hondo de sí mismas, en ese fondo que puede ser sintonizado por cualquiera que entre en contacto con lo más profundo de sí», afirma Rubio.
Josefa Segovia, añade, «es una de esas personas que dejó tras sí esa esperanza que se teje con hilos de vida desvivida, de donación, de entrega sin cálculo. Una vida profética, como la caracteriza don Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona y obispo de Tudela, en la presentación biográfica que hace de esta mujer jienense».
En el artículo de la actual directora de la Institución Teresiana, Loreto Ballester, afirma Rubio, «nos encontramos con una mujer que se convierte ella misma en símbolo y metáfora, generadora de formas de vida nuevas, generadora de un estilo de ser y de hacer».
«¿Qué tiene J. S. que decirle a la fe cristiana de hoy, a la nuestra, a la de quienes tratan de vivirla en los ambientes posmodernos y laicos de nuestra sociedad, en los ambientes marcados por las migraciones, y con ellas, por la pluralidad de culturas y de religión?», se pregunta Ballester, y destaca la encarnación hecha por María Josefa Segovia en ella misma, de una invitación de Pedro Poveda: «elevar cuanto tocáis», que lo traduce en el desarrollo de un humanismo concretado en vidas que aparecen comunes en lo exterior pero son singulares en lo interior.
Subraya luego el director de la revista la faceta de la sierva de Dios «abierta a Dios».
Segovia pertenece a la generación de mujeres que «transformaron la invisibilidad de éstas en la sociedad y en la Iglesia, en algo cotidiano y visible, que iniciaron esa revolución silenciosa a partir de la cual la humanidad ha cobrado nuevo color y nuevo dinamismo». Carmen Azaustre, doctora en Filología Hispánica y profesora de la Fundación San Pablo Andalucía (CEU), que comparte con Josefa Segovia su origen andaluz, dibuja con trazos certeros no exentos de belleza, la trayectoria de una vida de mujer relevante en los ámbitos profesionales y en la vida laical eclesial.
Al presentar a Josefa Segovia en estas páginas de «Imágenes de la Fe», afirma su director «tenemos la firme certeza de que el contacto con su figura puede llevar a la experiencia aludida antaño por el apóstol Pedro, cuando decía a los cristianos a los que hablaba de Jesús: ‘Y vosotros, que sin conocerlo le amáis’. Porque, sin duda, la cercanía de Josefa Segovia aproxima al que fue el único Señor de su vida, Jesucristo».
Son autores de este número especial monseñor Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona; Loreto Ballester Raventós, directora de la Institución Teresiana; Carmen Azaustre, doctora en Filología Hispánica.
Por Nieves San Martín
