CIUDAD DEL VATICANO, domingo 1 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- El Papa dedicó su reflexión para este primer domingo de Cuaresma a hablar sobre los ángeles, unos seres “luminosos y misteriosos” que forman parte importante de los mismos evangelios.

Benedicto XVI destacó su presencia en el breve evangelio de este domingo, en el que Marcos relata el paso por el desierto de Judea de Jesús, tras su bautismo, para ser tentado por el diablo, y donde “los ángeles le servían”.

“Casi de pasada, en la brevedad del relato, frente a esta figura oscura y tenebrosa que se atreve a tentar al Señor, aparecen los ángeles, figuras luminosas y misteriosas. Los ángeles, dice el Evangelio, servían a Jesús; son el contrapunto de Satanás”, explicó.

El Papa hizo un breve recorrido por la Escritura, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, destacando la presencia de estos seres”que en el nombre de Dios ayudan y guían a los hombres”.

“Quitaríamos una parte notable del Evangelio si dejáramos aparte a estos seres enviados por Dios, que anunciaron su presencia entre nosotros y que son un signo de ella”, afirmó el Papa a los congregados.

Especialmente, pidió la intercesión de los ángeles “para que nos sostengan en el empeño de seguir a Jesús hasta identificarlos con Él”, y especialmente ante el comienzo hoy de los Ejercicios espirituales que cada año realizan el Papa y los miembros de la Curia, al principio de la Cuaresma.

Por otro lado, dado que este pasaje del Evangelio narra con gran brevedad el episodio de las tentaciones, el Papa destacó únicamente la importancia de este “paso por el desierto” de Jesús como símbolo cuaresmal.

“En el desierto, lugar de la prueba, como muestra la experiencia del pueblo de Israel, aparece con viva dramaticidad la realidad de la kenosis, del vaciamiento de Cristo, que se ha despojado de la forma de Dios”.

“Él, que no ha pecado y no puede pecar, se somete a la prueba y por ello puede combatir nuestra enfermedad. Se deja tentar por Satanás, el adversario, que desde el principio se opuso al designio salvífico de Dios en favor de los hombres”, añadió.

[Por Inma Álvarez]