YAUNDÉ, viernes 20 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI lanzó un llamamiento a eliminar el hambre al despedirse este viernes de Camerún, primera de las dos etapas de su viaje a África.
Antes de embarcarse en el avión que le llevaría a Angola, el pontífice dejó esta consigna a los habitantes de este país, al que le gusta llamar «África en miniatura»: «Trabajad por eliminar la injusticia, la pobreza y el hambre allá donde las encontréis».
«Que Dios bendiga a este hermoso país», dijo, «tierra de promesas, una tierra de una belleza resplandeciente».
Tras las palabras de adiós pronunciadas por el presidente Paul Biya, el Papa repasó en su discurso los momentos que más le han emocionado desde que había llegado a Yaundé, el martes pasado.
El Santo Padre recordó que ha venido para promulgar el «Instrumentum laboris» (documento de trabajo) del Sínodo de los Obispos de África, que se celebrará en Roma en octubre.
En su despedida, pidió a los creyentes africanos que recen para que la asamblea episcopal «sea un momento de gracia para la Iglesia a través de todo el continente, un momento de renovación y de nueva entrega a la misión de llevar el mensaje regenerador del Evangelio a un mundo lacerado».
El Papa confesó que se llevará dos recuerdos particulares a Roma.
En primer lugar, el «culto gozoso y vivo» que han manifestado los católicos cameruneses durante las liturgias de estos días, que tuvieron su momento culminante en la celebración eucarística del jueves, en el estadio Amadou Ahidjo.
En segundo recuerdo está constituido por el encuentro «conmovedor» que mantuvo en la tarde de ese mismo día en el Centro Cardenal Paul Emile Léger con enfermos y discapacitados.
Por último, el Papa consideró que su visita también ha servido para promover el diálogo con el Islam, en este país en el que los seguidores de esta religión constituyen el 20 por ciento de sus más de 18 millones de habitantes.
Recordando el encuentro que mantuvo con los representantes de la comunidad musulmana el jueves, el obispo de Roma manifestó su confianza en que «crezcamos en el respeto y estima recíprocos, y afiancemos nuestra decisión de colaborar para proclamar la dignidad que Dios ha dado a la persona humana, un mensaje que nuestro mundo fuertemente secularizado tiene necesidad de oír».
La visita del Papa a África, que tiene por segunda etapa Angola, concluirá este lunes.